La frase y la criminalización de la protesta
La frase “cuando empiezan los saqueos, empiezan los disparos” se le atribuye a Walter Headley, jefe del Departamento de Policía de Miami a finales de los años 60, utilizada por este para explicar por qué en esa ciudad no se dieron protestas en medio de la reivindicación de la población negra en Estados Unidos por terminar con la segregación racial que existía, especialmente en los estados del sur, desde la guerra civil que terminó en 1865.
El 17 de diciembre de 1967, tras una serie de robos y disturbios en barrios de mayoría afro estadounidense en Miami, el jefe policial Headley ofreció una rueda de prensa en la que “declaró la guerra” a los criminales.
Headley precisó que el objetivo de esa “guerra” eran “jóvenes matones” de entre 15 y 21 años que, según el jefe policial, se estaban aprovechando de la campaña por los derechos civiles.
“No nos importa que se nos acuse de brutalidad policial”, sostuvo.
Headley prometió que sus agentes usarían escopetas, perros y una política dura en lugar de programas comunitarios para reducir la criminalidad en los barrios pobres de la ciudad.
“No hemos tenido problemas serios con levantamientos civiles ni saqueos porque he dejado caer el mensaje de que cuando empiezan los saqueos, empiezan los disparos”.
En un reportaje del diario Miami Herald sobre esa intervención se leía: “Sus hombres han sido informados de que el uso de cualquier fuerza, incluso letal, es adecuado cuando se aprehende a un criminal”.
El periodista y columnista Barrett Holmes Pitner explica que violentos ataques policiales en la línea de lo insinuado por Headley definieron EE.UU. durante los años 60, a medida que los afro estadounidenses luchaban por sus derechos civiles y de voto. “
“Figuras políticas y de las fuerzas de seguridad han hecho en el pasado declaraciones que evocan a Headley y todavía las hacen. Es aterrador escuchar las palabras de Headley emanar desde los más altos niveles de nuestro gobierno”, añade.