SER NIÑA EN ECUADOR
Hoy es su Día Internacional. Luchar contra la violencia sexual y los embarazos son deudas sociales.
El país llega hoy, el Día de la Niña, con una Legislación de protección de la niñez calificada por el propio Gobierno como “obsoleta” y con numerosas tareas urgentes. Principalmente, para prevenir embarazos adolescentes, abuso sexual, acoso escolar y explotación laboral.
Es una fecha de reivindicación y no de celebración, señalan las principales organizaciones no gubernamentales de defensa de los derechos de los niños, que convocan para hoy a al menos 40 eventos públicos para comprometer a autoridades a un trabajo efectivo para garantizar los derechos infantiles.
Hoy las niñas ejercerán simbólicamente como ministras, asambleístas, gerentes y otros altos cargos directivos. La niña que asumirá como Presidenta de la Asamblea, por ejemplo, “coordinará” con Elizabeth Cabezas, la presidenta oficial, el cronograma de una comisión ocasional que impulse reformas al Código de la Niñez.
El objetivo es enfrentar casos de violencia, que afectan al 67,9% de las niñas de entre 10 y 15 años y el aumento del 78% de embarazo en menores de 15 años entre 1990 y 2009. Según las estadísticas oficiales, 17.448 niñas menores de 14 años dieron a luz entre 2009 y 2016. (Ver recuadro).
El reto para el país
¿Por dónde empezar?, ¿cuál es el desafío de mayor urgencia? El representante del Foro de la Niñez, Carlos Martínez, responde: “Pedimos a la Asamblea que revise el Código de la Niñez y las leyes dispersas, para fortalecer la Legislación. Ahí entraría el tema de violencia, que ha afectado más en los últimos tiempos”.
Martínez aclara que “la violencia es contra niños y niñas pero con todo lo que significa pensar más en las niñas por el tema de violencia sexual, el embarazo adolescente. También hay que lograr que los niños tengan mayor protagonismo en la vida social y política, que sean escuchados”.
La representante de Plan Internacional, Verónica Zambrano, considera que es necesario comprometer, no solo a las autoridades, sino a la población en general, a revertir “patrones culturales de violencia, que empiezan desde que las niñas son muy pequeñitas”.
Esto, agrega, es un patrón que se repite el resto de sus vidas, porque “de cada 10 víctimas de violación, 6 corresponden a niños o adolescentes”. (JCER)