DOBLE MORAL CHINA
“China seguirá apoyando la cooperación internacional y la lucha contra la delincuencia”, declaró un portavoz del gobierno chino, a propósito de la detención de expresidente de Interpol y viceministro de Seguridad Pública. A tan connotada funcionario de ese órgano de cooperación policial de alcance planetario se le considera sospechoso de haber recibido sobornos.
El Ministerio de Seguridad Pública chino consideró la decisión como “muy oportuna, absolutamente correcta y bastante sensata”. Su detención, supuestamente precedida por una minuciosa indagación dentro y fuera de sus fronteras, se inscribe en un proceso contra la corrupción dentro del gobierno encabezado por el Partido Comunista, único permitido y llamado “vanguardia política” de esa nación.
Tiempo atrás tuvo una suerte parecida un funcionario de alto nivel de esa organización, que se ocupaba de las inversiones en América Latina, incluyendo Ecuador. Sobre el exjefe de la Interpol el régimen chino puso de relieve “su insistencia en hacer las cosas a su manera”. Dijeron, además, que esto “demuestra que no hay privilegios ni excepciones frente a la ley y cualquiera que la viole debe ser severamente castigado”.
¿Incluirá una actitud tan radical al comportamiento de sus empresas en el exterior, no pocas de bajo sospecha de corromper a autoridades locales para obtener jugosos contratos? En Ecuador esas sospechas cobran fuerza en temas que van desde la construcción hidroeléctricas hasta de edificios públicos. ¿Harán algo aquí? ¿Colaborarán con nuestras fiscales y jueces? En todo esto hay un fuerte mal olor a doble moral.