Amada tiene cédula con su género
Tras más de un año de lucha, Amada logró hacer el cambio y recibió enseguida el abrazo de sus padres.
Con su timbre de voz delicado y alegría, Amada, la niña quiteña transgénero de 9 años, respondió: “Sí, acepto”. Se lo dijo al funcionario del Registro Civil que la tarde de ayer le cambió a su cédula el género de masculino a femenino.
Tras firmar el documento y recibir la cédula, Amada se levantó para recibir los abrazos de sus padres, que actuaron en calidad de testigos. Con su nueva cédula en la mano que alzaba hacia el cielo, Amada giró ágilmente su cuerpo en dos medias lunas y formó una campana con su largo vestido blanco.
Con esta expresión se selló a las 16:14 de ayer la entrega en Quito de la primera cédula con cambio de género para una niña ‘trans’ en el país.
La entrega duró 29 minutos en medio de expresiones de cordialidad del funcionario, de un superior que supervisaba y del fotógrafo de la entidad que registraba este momento. Pero, para Amada y sus padres este trámite representó una lucha de casi un año desde que recibiera una negativa del propio Registro Civil a realizar este cambio.
Aquel día ellos acudieron al mismo sitio, al subsuelo de la Agencia Norte, con la Opinión Consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, de noviembre de 2017, de obligatorio cumplimiento para Ecuador, en la que abre el camino para que se atienda este tipo de cambios.
“Este derecho implica, por ende, que los estados deben garantizar que la persona sea inscrita con el nombre elegido por ella o por sus padres, según sea el momento del registro, sin ningún tipo de restricción ni interferencia”, señala el documento internacional.
El sendero
Tras la negativa, un grupo de jóvenes abogados de la Fundación Amor y Fortaleza interpusieron un recurso de acción constitucional que, finalmente, concluyó en octubre de este año con una respuesta favorable del juez Jorge Duarte. Él ordenó el cambio.
Y para hacer efectiva esta orden, Amada y sus padres llegaron a la entidad el 27 de noviembre, fecha que coincidía con los 21 años de que el desaparecido Tribunal de Garantías Constitucionales despenalizara la homosexualidad del país.
Ese día, sin embargo, Amada solo recibió su cédula con cambio de nombre luego que los funcionarios pidieran un par de semanas hasta ajustar sus sistemas informáticos. (JCER)