Ya se reportan locales comerciales clausurados por atender al público. Los contagios y muertes van en aumento.
La actitud sigilosa de algunos comerciantes durante el semáforo sanitario en rojo hace pensar que están cometiendo un delito. Confirmarlo depende a quién le pregunte. Si se le consulta a ellos, la respuesta es: “no. Los comerciantes también tenemos familias y deudas que atender, por esos estamos atendiendo”.
En cambio, sí la interrogante va hacia la Comisaría Municipal, sí hay un incumplimiento a lo dispuesto desde el 3 de abril por los Comité de Operaciones de Emergencias (COE) Nacional y Cantonal de Esmeraldas. La entidad de control reporta clausuras de joyerías y peluquerías por atender sin autorización y decenas de llamados de atención a otras actividades.
Franklin Rendón, dueño de una zapatearía califica como injusto y discriminatorio impedirles abrir sus locales aunque apliquen las normas de bioseguridad como: no aglomeraciones, uso obligatorio de mascarillas y aplicación de alcohol-gel a los
clientes.
“Los comerciantes somos los que dinamizamos la economía. Tenemos que pagar arriendo, deudas y cubrir las necesidades de nuestra familia. Sé que tenemos que ayudar a que no aumenten los contagios, pero hay que buscar una nueva estrategia”, pide. Y revela que en su caso, tiene más de 1.000 pares de zapatos que no logra vender.
La actividad comercial de Rendón, por ejemplo, no está en lista de los autorizados por el COE. Talleres automotrices podrán trabajar bajo la modalidad de citas y mantendrán sus instalaciones bajo puerta cerrada. Mercados, supermercados, farmacias, estaciones de servicio, agropecuarias, depósitos de gas recibirán a personas según el último digito de la cédula; de lunes a viernes.
Los negocios afines a la construcción también podrán atender, los centros de cómputo y librerías que tengan el sistema de retiro y depósito de dinero. Las multas van desde 400 a 28.000 dólares, equivalente a 70 remuneraciones básicas unificadas.
En contraste a las resoluciones, al recorrer la zona comercial de la ciudad de Esmeraldas se evidencia que el comercio informal va en aumento y los formales en decible, los puestos no autorizados lo hacen con sus puertas a media asta o cerradas con alguien en el exterior que recepta los pedidos.
También predominan los letreros con frases como: “pedido a domicilios”, “locales de arriendo”, “para atención, llámenos al celular…”. Mientras que, otros comerciantes realizaron en las lanford corte parecidos a una ventana desde donde atienden.
En las afueras de sus locales colocan entre los postes cintas de seguridad y un vigilante que pide a los potenciales compradores mantener la distancia social y el uso de mascarillas.
Entre las razones para que las autoridades del COE no autoricen la atención al público en el 100% de los locales, está el evitar contagio masivo del coronavirus, el que hasta ayer, en el provincia de Esmeraldas llegó a 1.036 infectados y 91 muertos.