EL RETO DE LA LA MOVILIDAD SOSTENIBLE
El ingeniero civil y experto en movilidad, Carlos Salvatierra, considera que los gastos en ciclovías son menores que cualquier otra obra de movilidad.
La falta de movilidad durante la pandemia por el Covid-19, ha convertido a la bicicleta en un medio de transporte ideal para desplazarse de un lugar a otro. Esto se ha visto reflejado a escala nacional pero aún falta mucho por hacer para promover el uso de este transporte.
El experto en movilidad y docente de la Escuela Superior Politécnica (Espol), Carlos Salvatierra Moreira, lamentó que los gobiernos acumulen infraestructuras direccionadas hacia los automóviles, induciendo al tráfico y contratos elevados.
Por lo que afirma que las ciudades deben mirar hacia un desarrollo de movilidad sostenible, aprovechando la coyuntura de la pandemia, para mejorar la calidad de vida y económica de sus habitantes.
En una entrevista con LA HORA explicó los beneficios de este sistema y los problemas de movilidad que existen en la ciudad y el país.
¿Qué es la movilidad sostenible y qué beneficios trae consigo?
La movilidad es el estudio del conjunto de desplazamientos de personas, objetos y mercancías en el entorno físico. Movilidad urbana es la que se desarrolla dentro de las ciudades; y ahora, el adjetivo sostenible hace referencia a los otros modos de transporte: a pie, en bicicleta o vehículos eléctricos.
Estos tienen muchos beneficios porque aportan a la reducción del impacto de contaminación, disminución del ruido, mejoramiento de la salud física y mental de las personas porque el desplazamiento se realiza por tracción sanguínea.
El Instituto Alemán de Salud ha determinado que se puede reducir el 50% de las enfermedades cardiovasculares haciendo uso de la bicicleta.
En afectaciones a la economía, se ha comprobado que las personas que usan este medio, realizan más viajes por comercio, compran en menor volumen pero incrementa el número de veces que repiten la salida, inclusive es alta en comparación con una persona que sale a comprar en un vehículo privado.
¿Cuál es el diagnóstico que puede hacer de la movilidad en la ciudad de Quevedo?
En el ambiente local tenemos una reducida inversión a la infraestructura en el ámbito urbano para el desarrollo de la movilidad ciclista. Nosotros sabemos por encuestas del INEC, que el 70% de la población no cuenta con un vehículo propio. En el espacio físico a diario tenemos asignado el 100% de la totalidad vial para el vehículo privado.
En el caso particular de Quevedo, tenemos una ciudad compacto en su centro, con una extensión de no más de 1,3 kilómetros de Norte a Sur por la avenida 7 de Octubre y calle Bolívar, y las otras paralelas como la June Guzmán y 12 de Octubre.
En estas arterias viales existen ejes importantes donde se encuentran centros comerciales, educativos, de esparcimiento, mercados y restaurantes que demandan y atraen los viajes del usuario, pero todos estos se están realizando solamente con el vehículo privado.
En estos tiempos de cuarentena hemos visto la importancia del uso de la bicicleta obviamente por las restricciones vehiculares. Las personas se han sentido atraídas a hacer uso de este vehículo ligero, económico y versátil.
¿Cómo analiza la misma situación en todo el país?
A nivel de país hay una mala percepción con respeto al uso de la bicicleta, las personas lo asocian con la pobreza, con los trabajos informales o que solamente la usen los hombres, deportistas y personas más fuertes. Esto es un concepto erróneo.
Hay una serie de factores, uno de ellos es que los mobiliarios urbanos no son atractivos para el uso de la ‘bici’, a esto se suma la delincuencia, pero todas estas cosas se pueden subsanar si los gobiernos locales hacen una inversión de recursos en la infraestructura urbana.
¿Por qué el Gobierno no invierte en el transporte sostenible?
Muchas políticas públicas hacen creer que las ‘bicis’ les restan espacio, que les causa congestión a la movilidad y no es así.
Lo que se ve es que no hay una correcta asignación del espacio diario, tenemos carriles sobredimensionados y en algunas ocasiones los carriles vehiculares no existen como podemos ver en la avenida 7 de Octubre, a la altura del restaurante Juan Camarón.
También se le ha restado importancia. Hay un falso concepto de que el vehículo privado es el motor de la economía y se cree que es sinónimo de éxito y exclusividad; no tengo nada en contra de los vehículos, todos los transportes son complementarios (…) pero mover vehículos de grandes dimensiones donde la ocupación vehicular es a una tasa de 1,3 personas no es recomendable.
Por ejemplo, usted ve un vehículo particular, lo ocupa una o dos personas en promedio, pero el vehículo ocupa un gran espacio público, si estas personas migran a la movilidad sostenible, vamos a tener más áreas suficientes para los vehículos que si tienen las necesidad de circular (ancianos, personas que llevan cargas, taxistas, etc.), ellos tendrían una mayor fluidez de tráfico y ganaríamos todos.
¿Cuánto costaría implementar ciclovías en las ciudades?
Esta es una inversión 30 o 50 veces menor que cualquier otra obra de movilidad. Haciendo carriles exclusivos para ciclo vías… como por ejemplo, colocar un kilómetro de carril de ‘bicis’ usando la calzada existente, haciéndola segregada con elementos que aíslen el carril de la bici con el carril vehicular, elementos que van anclados al pavimento… costaría 30 dólares el metro lineal, si implementamos 1 kilómetro de ciclo vía sería 30 mil dólares, que eso muchas veces se gasta en situaciones que no resuelven efectivamente el congestionamiento de la ciudad.
También necesitamos aparcamientos, los aparcamientos tienen su costo de 100 dólares la unidad, donde se pueden aparcar dos ‘bicis’ obviamente con otros elementos que la hagan llamativos. Entonces yo invito a los políticos y autoridades de nuestras pequeñas urbes, donde los centros son únicos, a que puedan conectar las periferias y los alrededores con las bicicletas. Ayudemos a la ciudadanía a visibilizar la bicicleta, que se la fomente y aproveche de buena manera.