‘Quitar recursos a la Policía’, piden en protestas de EE.UU.
Tras más de dos semanas de manifestaciones callejeras, surge una propuesta que unifica los pedidos se varios sectores.
NUEVA YORK • Las protestas de los últimos días en Estados Unidos arrancaron como una expresión de indignación y rabia ante la enésima muerte de un afroamericano a manos de las fuerzas del orden, pero poco a poco comienzan a cristalizar algunas exigencias, con una que se escucha por encima de todas: ‘Defund the Police’ (Quiten fondos a la Policía).
¿Qué supondría que eso se hiciera realidad? No está del todo claro. El lema abarca todo un espectro de propuestas, más o menos radicales. Por ahora, es una idea lo suficientemente amplia como para conseguir unir a miles y miles de manifestantes.
¿Cómo lograrlo?
Algunos reclaman una reorientación de los recursos públicos, con menos dinero para las fuerzas de seguridad y más para la prevención a través de programas sociales, de educación o de lucha contra la pobreza. Otros, quieren ir mucho más allá y buscan el cierre de departamentos de Policía, para que sus funciones sean asumidas por otras agencias.
El concepto no es nuevo; activistas lo manejan desde hace años como respuesta a la violencia policial.
911: Sentencia de muerte
Las reformas dentro de los cuerpos de Policía, durante los últimos años, no son suficientes.
“La única forma de acabar con estos ciclos interminables de violencia policial es creando alternativas a la vigilancia policial. Incluso en una pandemia, en la que los negros han muerto desproporcionadamente por el coronavirus, la Policía sigue matándonos”, reza un artículo de opinión en The New York Times por Philip V. McHarris, experto en asuntos raciales, y Thenjiwe McHarris, del ‘Movimiento por las vidas negras’. Ellos recuerdan que llamar al 911 puede ser una “sentencia de muerte” para los afroamericanos y que muchos consideran que avisar a la Policía no es una opción en caso de emergencia.
¿Futuro sin Policía?
Este domingo, la mayoría del concejo municipal de Minneapolis anunció su compromiso de desmantelar el Departamento de Policía de la ciudad.
La idea, aunque aún difusa, es que este cuerpo sea reemplazado por un modelo de seguridad pública basado en la comunidad, con trabajadores sociales, médicos y otros expertos encargados de responder a distintas situaciones que hasta ahora estaban en manos de la policía.
Tanto Los Ángeles como Nueva York se encuentran en un álgido debate de como redireccionar fondos de la policía a programas sociales. En un año electoral, las decisiones encausarán millones de votos.