Ley seca, un ‘nocaut’ a la economía
Ayer por la mañana, Jorge Yunda, alcalde de Quito, anunció que el COE metropolitano y el COE provincial emitieron un oficio a las autoridades nacionales con un sinnúmero de pedidos, para ‘contener’ el avance del Covid-19 en la capital.
Yunda indicó que debido al incremento de conflictos por libadores en la vía pública, las fiestas y los escándalos, la ley seca es una de las medidas que esperan sea aprobada.
“No se puede tratar de destruir empleos y empresas formales por unos cuantos irresponsables. entendemos la situación, pero no es la solución”, dice Felipe Cordovez, presidente de la Asociación de Importadores de Licores.
Para él, la ley seca no va frenar las fiestas clandestinas, sino que hará que mientras la industria formal aumente sus pérdidas, el sector clandestino gane terreno. Por eso, considera excesivo culpar a un producto en lugar de sancionar a los infractores.
Cordovez señala que llevan tres meses sin generar ingresos: “Pensando que el año pueda mejorar de alguna manera nosotros ya hemos perdido un 30% de ingresos”.
Instaurar la ley seca, agrega Nixon Vergara, presidente de la Asociación de Industriales Licoreros del Ecuador (Adile), ‘golpearía’ aún más a este sector que, al no ser considerado prioritario para la economía, tiene una reactivación más lenta.
Vergara teme que esta medida cree un ‘efecto cascada’; es decir, que otras provincias la adopten “creyendo que es la solución a los contagios o las aglomeraciones”.
No se puede tratar de destruir empleos y empresas formales por unos cuantos irresponsables”.
FELIPE CORDOVEZ,
PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE IMPORTADORES LICOREROS.
La ley seca podría ser el acabose para muchas empresas”,
NIXON VERGARA,
PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE INDUSTRIALES LICOREROS DEL ECUADOR.
Miles de empleos directos
La industria licorera es parte de un entramado de negocios: bares, hoteles, discotecas, restaurantes. “Todos están afectados al borde de la quiebre y eso hace que todo el sector se ponga en crisis”, asegura Cordovez y resalta que esta ley impactará directa e indirectamente en otros espacios.
La Asociación de Importadores de Licores agrupa a 32 empresas y genera 1.000 empleos directos. Mientras que Adile genera 911 empleos directos y agrupa a alrededor de 20.000 puntos de venta. Las pérdidas, calcula Vergara, han llegado al 50%.
Malos entendidos
Vergara asegura que hubo un mal entendimiento del Estado de Excepción por parte de los agentes de control. “Si bien no había una ley seca, no permitían la comercialización en tiendas y menos la movilización del producto”.
Además, el representante asegura que durante el Estado de Excepción se permitió la movilización de cerveza de una sola marca. “Da mucho que pensar cómo se ha tratado esta situación, tratando de privilegiar a algunas marcas”, añade Vergara refiriéndose a las bebidas de moderación.