Esmeraldas logra revisión a fotorradares por dudas
En julio se colocarán pantallas digitales para advertir al chofer sobre su rango de velocidad antes de llegar al radar.
Cada día, al menos 40 choferes de la ciudad de Esmeraldas se pasan el semáforo rojo y otros 120 superan los 50 km/h permitidos en las zonas donde están los fotorradares. Son dos de las razones por las que, a criterio del director de la agencia Municipal de Tránsito, Lenín Chica Arteaga, deben seguir funcionando los ocho dispositivos que desde el 13 de abril se activaron, pese a las críticas de ciudadanas de que no deberían encenderse durante la emergencia sanitaria.
Inicialmente se los apagaba luego de una hora al día; actualmente después de tres horas. Ayer, el fotorradar ubicado frente al colegio 5 de Agosto fue sometido a una prueba técnica para confirmar si la velocidad registrada coincide con la del auto en movimiento.
El ejercicio fue fiscalizado por concejal Jairo Olaya, quien la semana anterior a través de LA HORA, criticó la operatividad e incluso propuso públicamente que se desista del contrato con la empresa ejecutora, por cuanto se habría incumplido con requisitos como la colocación de pantallas LED que anuncien la velocidad del vehículo antes de ser detectado por el fotorradar.
Chica Arteaga aseguró que para julio esos equipos estarán operando. El carro ‘señuelo’ pasó ayer por el dispositivo a 40 km/h, velocidad que coincidió con el registro del sensor. El edil reconoce el emparejamiento, sin embargo, adelanta que solicitará que la PoHoy, licía Judicial (PJ) haga una nueva medición, por cuanto quienes lideraron la calibración están asociados con la empresa que instaló los equipos.
El contrato entre esta emrpesa y el Municipio, establece que, en caso de terminarse unilateralmente el acuerdo, la ciudad deberá pagar a la privada 5 millones de dólares. Al parecer, esa sería unas de las motivaciones que llevó a la reactivación de los radades el 13 de abril pasado.
Campaña pendiente
El Concejal dice que sí se puede terminar el contrato basado en un supuesto incumplimiento, como la falta de pantallas de alerta, señalética y semaforización. La revisión de ayer, según el Director de la Agencia Municipal de Tránsito Esmeraldas, no responde a ‘presiones’ públicas, sino a una planificación interna que exige calibraciones mensuales y ejecutar campañas de educación vial, lo cual tampoco se ha cumplido.