El paisaje y los muebles convocan a Huambaló
Las plantaciones de frutas y verduras, los senderos y paisajes son la oferta del rincón tungurahuense.
Huambaló es una parroquia de Pelileo, en Tungurahua, a donde se llega en un viaje de aproximadamente 3 horas desde Quito.
Está a 30 minutos al oriente de Ambato y a 20 minutos antes de ir a Baños. Las vías se encuentran en buenas condiciones.
Aunque en este sitio no existe hospedaje, hay atractivos naturales y senderos en varias de las montañas que rodean al poblado, como El Quitasol, Mulmul, El Tablón, La Moya, Pichilica y el Cascajal.
También se tiene acceso a los miradores, desde donde se contempla, en línea recta, al volcán Tungurahua. Y hay zonas en las cuales se han construido pistas naturales para facilitar la práctica de descenso de montaña (downhill) para los deportistas intrépidos, manifiesta Carlos Ramos, presidente del Comité Permanente de la Feria del Mue- ble. A los atractivos se suma la rica gastronomía, en la que el cuy asado se destaca. Se puede ver, asimismo, los emprendimientos familiares que ofrecen mermeladas y bebidas, elaboradas con las frutas que se dan en la zona.
Antes de ir al destino
Al llegar a Ambato, un breve recorrido puede incluir la visita a la Catedral, una moderna construcción católica ubicada en el centro de la ciudad. Es posible admirarla desde cualquier punto de la misma. Al frente está el Parque Montalvo, que alberga el monumento a Juan Montalvo, periodista, escritor y filósofo ecuatoriano nacido en ese lugar.
A un costado de este parque es posible observar y conocer la Casa del Portal, una de las pocas edificaciones de estilo Republicano, que hoy es un museo don- de se exhiben joyas arquitectónicas, culturales e históricas.
El viaje continúa hasta Pelileo, ciudad que está en la Ruta de los Volcanes y que es muy conocida por la producción de jeans, famosos en Ecuador y el mundo.
Aquí habita la cultura Salasaka y en Pelileo Grande están las ruinas de la iglesia que fue destruida por el terremoto de 1949.
Al llegar a Baños, los destinos son variados, puesto que cuenta con selva, montañas, cascadas, aguas termales y muchos senderos, en los cuales es posible realizar caminatas (trekking), avistar aves, viajar en bicicleta hasta Puyo, la puerta de entrada a la Amazonía.
Asimismo, se puede practicar escalada y disfrutar del rafting, entre otras actividades. Y al finalizar el día, descansar será un placer en alguno de los hospedajes existentes en la urbe.
Artesanías de primera
Huambaló y los muebles que allí se confeccionan tienen una historia especial. Son construidos con madera de seike, laurel y canelo, traídos desde la Amazonía con las respectivas licencias ambientales. Estos objetos tienen acabados de primera y los precios son cómodos para las personas que llegan al lugar.
En la actualidad forman parte de las memorias contadas por sus pobladores a los visitantes y compradores que, antes de ir a Baños, se desvían a este poblado para ver de cerca el trabajo que realizan. El conocimiento de carpintería que tenían muchos jóvenes abrió un nuevo camino para conseguir trabajo e ingresos, después de que en 1999 el volcán Tungurahua iniciará su proceso eruptivo, que destruyó plantaciones de hortalizas, frutas, maíz y pastizales.
En este contexto, esta labor se ha constituido, en los últimos años, en la principal fuente de ingresos para los huambaleños.
Pero ellos tampoco se han apartado por completo del campo y la agricultura, actividades que en los últimos años quieren ligar a los atractivos naturales que existen en este destino, para de esta manera conseguir fortalecer el turismo, comentó Carlos Ramos.
Huambaló está entre Pelileo y Baños.