Las llantas de un bus envuelven su cabeza
El conductor del pesado vehículo dejó a su víctima tendida en la calzada y siguió su trayecto por la calle Guayaquil.
El cuerpo inerte de Arnulfo Rodríguez quedó tendido, por más de media hora, sobre el paso cebra de la avenida Quito y Pallatanga, tras ser atropellado por un bus de transporte urbano ayer por la tarde.
El hombre que vestía con uniforme de la Policía, cruzaba la calle, por el paso cebra, cuando de pronto un transporte que circulaba por la avenida Quito giró para tomar la calle Pallatanga, y sin percatarse del peatón lo golpeó haciéndolo caer al suelo, mientras las llantas delanteras y traseras le pasaron sobre la cabeza. La gente que estaba por ahí solo escuchó como si un globo se hubiera reventado y luego observaron la masa encefálica esparcida en la calle.
El conductor del bus no se detuvo al ver lo sucedido sino que siguió su marcha hasta la calle Guayaquil. Para fortuna suya no se encontró con un tráfico complicado en la esquina y continuó su trayecto ante la mirada atónita de algunas personas que presenciaron el hecho.
Huída
Mientras el chofer escapaba, de inmediato la escena del accidente se llenó de curiosos. El cadáver de la víctima, de 76 años de edad, yacía en el suelo cubierto con pedazos de cartón. Luego llegaron miembros de la Policía y acordonaron el área, mientras recababan información sobre el suceso, también recibieron el reproche de algu-
nas personas. “Esto es culpa de ustedes (policías) porque nunca controlan las intersecciones” les gritó un ciudadano, mientras los uniformados se hacían los desentendidos.
Los gendarmes al parecer buscaban los documentos del adulto mayor, pero en los bolsillos solo hallaron unas llaves y una peinilla.
El cadáver fue retirado por un vehículo de medicina legal. Minutos después llegaron los dolientes y ahí se conoció la identidad del atropellado, él era Arnulfo Rodríguez.
El ahora occiso residía en el barrio La Merced, de la cooperativa de vivienda Los Unificados, según dijeron algunos conocidos del hombre. Hasta el cierre de esta edición los familiares no tenían la fecha exacta para sepultarlo.