Otra oportunidad
Los acontecimientos que desembocaron en la renuncia de la vicepresidenta del Ecuador, María A. Vicuña, no solo es un claro ejemplo de la degradación a la que ha llegado nuestra clase política, es también un parámetro para darnos cuenta que la podredumbre de la corrupción aún tiene mucha paja seca por quemar, que seguirán existiendo sorpresas que involucrarán a más actores, quienes estarán recurriendo a los más oscuros artificios para poder dejar todo bajo sus putrefactas conciencias y actos ejecutados.
Pero asimismo es una oportunidad única, sin precedentes en el país, que tiene el primer mandatario Lenin Moreno Garcés, no solo para continuar con el combate a la corruptela y mafias políticas que nos atracaron vilmente mientras gobernaban, sino también para responder a la realidad política, social y económica que tiene ante sus ojos, es la oportunidad idónea para en sus casi 20 meses de régimen, escuche el clamor general, reconstruya los cimientos de su gobierno, se inicie un proceso de instaurar una gobernanza diferente, sin tirantes del pasado que la sostenga; para ello es importante que para ocupar la segunda magistratura se designe como vicepresidente a una persona que no tenga agenda política propia, que no se deba a grupos de poder, ni mucho menos que provenga de Alianza País, es decir necesitamos de una persona enfocada
en trabajar en un proceso que debe pasar de transitorio a la real implantación de bases sólidas en donde se afirme la real Democracia. Los ciudadanos esperamos lo mejor de nuestros gobernantes, a ellos delegamos nuestra confianza para que conduzcan a este pequeño país hacía un sólido bienestar y desarrollo.
Hago este análisis porque los tiempos cambiaron, María A. Vicuña, fue producto de una realidad política diferente, en donde el compromiso, la lealtad partidista y las componendas fueron totalmente decisorias. Hoy en día Lenin Moreno queda sin ataduras a un pasado corrupto (las depuraciones deben ser iniciativa ciudadana y con total apoyo de los entes institucionales y de justicia), hoy a nuestro presidente le queda el compromiso con la Patria y con la historia.