‘Secuestro’ de una hora no atemorizó a Guaidó
El Gobierno de Nicolás Maduro se desmarcó de la acción de su servicio de inteligencia.
CARACAS, AFP• El presidente del Parlamento de Venezuela, Juan Guaidó, fue detenido ayer durante casi una hora por el servicio de inteligencia, episodio del que el Gobierno de Nicolás Maduro se desmarcó, asegurando que fue una acción “unilateral” de los agentes.
Aclamado por cientos de seguidores, Guaidó llegó, apenas fue liberado, a Caraballeda, estado Vargas, a 40 kilómetros de Caracas, para presidir un cabildo abierto que reunió a centenares de opositores. “¡Hermanos, aquí estoy!”, dijo al dirigir un discurso desde una tarima.
“Un mensaje a Miraflores (Palacio Presidencial): el juego cambió, el pueblo está en la calle, aquí están los símbolos de la presión, de la resistencia, de la fuerza. Si querían enviar un mensaje para que nos escondiéramos, aquí está la respuesta del pueblo. ¡Aquí estamos!”, aseguró.
Poco después, el Gobierno se desvinculó de la detención. “Nos enteramos que se había dado una situación irregular donde un grupo de funcionarios, actuando de manera unilateral, realizaron un procedimiento irregular”, declaró el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez.
Según el funcionario, eso sirvió para un “show mediático”, y agregó que los agentes
del servicio de inteligencia (Sebin) están “siendo destituidos y sometidos a un procedimiento disciplinario más estricto para establecer si se prestaron para este tipo de situaciones”.
“Entonces Maduro ya no controla las Fuerzas Armadas, porque se rompió la cadena de mando (...) ¿quién comanda hoy el Régimen?, si ya reconocen que no controlan los organismos de seguridad del Estado tienen un problema muy grave en Miraflores”, respondió Guaidó.
Los hechos
El jefe legislativo, un ingeniero de 35 años, fue detenido en la autopista entre Caracas y La Guaira (Vargas) al ser interceptado por
dos camionetas del Sebin, según su esposa Fabiana Rosales “con armas largas y encapuchados”, que lo obligaron a bajarse del vehículo en que se trasladaba.
El viernes, en otro cabildo abierto en Caracas, Guaidó se había mostrado dispuesto a llenar el vacío de poder que -a su juicio- hay en Venezuela ante un Gobierno que no es reconocido por gran parte de la comunidad internacional. “Me pude zafar del secuestro porque hay gente que cree en Venezuela. Trataron de ponerme las esposas, no lo permití porque soy el Presidente de un poder legítimo”, manifestó.
‘Grito que retumbará’
En su discurso, el diputado reiteró el llamado que hizo el viernes a una movilización para el 23 de enero. “Será un grito que retumbará en toda Venezuela y a esto le tiene miedo (...) la cúpula de ladrones” que, sostuvo, gobierna el país.
Tras la convocatoria de esa manifestación, la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela, había amenazado con encarcelarlo, mientras Maduro atribuyó sus declaraciones a un “juego de muchachitos” que tomaron el control del Congreso para desestabilizarlo.
“No van a poder frenar el ímpetu y la fuerza de nuestra gente, el reclamo de cambio porque estamos pasando hambre”, manifestó en el cabildo el diputado, militante del partido Voluntad Popular (VP), fundado por el líder opositor Leopoldo López, bajo arresto domiciliario.
“No tenemos miedo”, respondían sus seguidores. Guaidó reiteró su llamado a los militares a desconocer a Nicolás Maduro.