‘Una de cal y una de arena’
MAURICIO ALARCÓN SALVADOR,
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Hay que reconocer la iniciativa del presidente Moreno de reformar la Ley de Comunicación y significativos avances como la eliminación de la Supercom y el linchamiento mediático. También se debe destacar la propuesta de que las frecuencias para medios públicos no excedan el 10% del espectro, y que los concursos entre medios privados y comunitarios serán diferenciados.
Sin embargo, el veto deja pendientes dos temas para lograr una norma que se ajuste totalmente a estándares internacionales.
El primero: continúa en vigencia la profesionalización obligatoria, aun cuando el Sistema Interamericano hace más de 30 años estableció que el ejercicio del periodismo no puede restringirse a un grupo de personas.
El segundo: la composición del Consejo de Regulación, presidido, además, por el delegado del Ejecutivo. Los estándares establecen que los miembros de un Consejo de estas características deben gozar de independencia y estar libres de cualquier injerencia económica y/o política. Su integración debe garantizar la representación real de la mayor cantidad de sectores involucrados en el proceso de comunicación, con especial énfasis en la ciudadanía y la sociedad civil organizada. Estos últimos quedan relegados a un Consejo Consultivo.