¡La miseria humana!

Ni en su pasado reciente, ni en su larga historia política, democrática y republicana, el Ecuador atravesó una época de corrupción tan cínica, sucia, abusiva y descarada, como la que estamos viviendo y por sus síntomas de descomposición, seguirán apareciendo más cadáveres putrefactos de entre las tenebrosas componendas y oscuros negociados. El Gobierno correísta, sin ninguna duda el más corrupto e impune de todos los tiempos, dejó una herencia nefasta y necrótica a la actual administración. Los últimos actos de corrupción han traspasado todo límite de tolerancia. Grandes negociados en medio de esta tragedia mundial han desnudado la verdadera miseria humana, seres sin escrúpulos y sin conciencia, negocian y roban en insumos médicos, fundas plásticas para cadáveres y kits alimenticios. Llenan sus mochilas y faltriqueras con inmensas cantidades de dinero, dejando al pueblo sumido en la más lacerante y espantosa miseria. ¡Inaudito e inaceptable!

¿Quiénes son éstos monstruos de mil cabezas? Son sus mimados y protegidos, señor presidente Moreno. Es tan corrupto el que nombra como el que acepta cargos para funciones de alta responsabilidad en instituciones y entes estatales, sin tener la adecuada y debida preparación académica. Esta práctica maliciosa y torcida, más mortífera que la misma pandemia del coronavirus, de las cuotas y compromisos políticos, le ha hecho mucho daño al país. Las improvisaciones irremediablemente conducen al fracaso y a los responsables de la marcha del país, parece no importarles que nos precipitemos a un abismo insondable.

Esta organización delictiva y criminal, con 13 años de plena vigencia, ha develado su verdadero rostro, el más abyecto, miserable y decadente: ¡robar sobre los cadáveres de miles de víctimas de esta hecatombe universal!

Fabián Francisco Pérez de Castro Quito

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