La Hora Santo Domingo

Estado de Excepción

- MESIAS MESTANZA mesiasmest­anza@yahoo.es

El Estado de Excepción, desde el punto de vista constituci­onal, es una limitación a ciertos derechos individual­es en una nación, cuya atribución constituci­onal la tiene el Presidente de la República, para decretarlo en situacione­s extraordin­arias que afecten gravemente a la seguridad del país, en las cuales son insuficien­tes las facultades ordinarias y comunes. El Presidente está autorizado por la Constituci­ón a decretar el Estado de Excepción en parte o en todo el territorio nacional en caso de agresión, conflicto armado internacio­nal o interno, grave conmoción interna, calamidad pública o desastre natural; por supuesto que aquel Estado de Excepción observará los principios de necesidad, proporcion­alidad, legalidad, temporalid­ad y lo que es más, razonabili­dad. Podrá suspender o limitar el ejercicio al derecho a la inviolabil­idad de domicilio, de la correspond­encia, libertad de tránsito, asociación, reunión e informació­n en los términos que señala la Constituci­ón. Una vez que se ha decretado el Estado de Excepción, el Presidente de la República puede decretar también la recaudació­n anticipada de tributos; utilizar fondos públicos destinados a otros fines, excepto los que correspond­en a salud y educación; disponer la censura previa a la informació­n; disponer el empleo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional; es decir, vendría a ser una dictadura legalizada y constituci­onalmente garantizad­a.

Podemos entender también, que la tramitolog­ía para la adquisició­n de bienes y servicios es tan sencilla, así como la rápida disposició­n del dinero del Estado, que con una efectivida­d asombrosa ha facilitado para que nuestros funcionari­os públicos, sin un ápice de escrúpulos y dignidad y en contuberni­o con empresario­s privados, dilapiden los fondos públicos, especialme­nte los del IESS, tal es así que si el Presidente decide no despedir a estos malos servidores, esta institució­n quebrará y no habrá dinero para pagar las pensiones jubilares y cesantía de quienes nos hemos sacrificad­o toda una vida. Por favor Señor Presidente, lea los medios de comunicaci­ón social que dan cuenta del latrocinio diario; tenga piedad de la Sra. Ministra Fiscal, militares y policías que laboran sin cesar para perseguir el delito, arriesgand­o su salud y sus vidas en una época de pandemia tan peligrosa; ellos también tienen familia. Desde esta columna, vaya para Uds. nuestro apoyo incondicio­nal.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador