Las aves urbanas de Quito viven bajo estrés
La observación de los especialistas y los estudios de la hormona cortisol demuestran la condición.
El mirlo, la tórtola y el gorrión son las aves más comunes en el área urbana de la capital. Se han adaptado fácilmente debido a los recursos que los humanos les dejan en los hábitats de la ciudad.
De este grupo, los gorriones viven en constante estrés, mientras que las poblaciones del campo no presentan ese cuadro, mencionó Diego Cisneros, profesor de Medioambiente y Ecología Urbana en la Escuela de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
Este es uno de los varios descubrimientos que han realizado en base a lo que han visto durante los cuatro conteos navideños de aves que se han realizado en la capital en diciembre de cada año. El evento de 2018 será a finales de año.
En la USFQ se ha emprendido, desde hace dos años, un proyecto de estudio del estrés en las aves, para lo que han recurrido a la observación de las mismas en seis zonas del Distrito Metropolitano: La Carolina, parque Metropolitano, El Condado, Tumbaco, San Rafael y Sangolquí, para ver cómo reaccionan estas poblaciones a los cambios urbanos.
También han recogido plumas y las han analizado en laboratorio para examinar la hormona cortisol, que es la que en la mayor parte de los vertebrados determina los niveles de estrés, explicó Cisneros.
Siguen llegando a la urbe
El docente también informó que a pesar de que Quito sigue expandiéndose, existen zonas donde las aves, inclusive migratorias que vienen desde los Estados Unidos, encuentran refugios, como los reservorios de Cumbayá y Guangopolo o el mismo Jardín Botánico, que está dentro del parque La Carolina. En este último sitio se observan aves de las que existen en Mindo, señaló Cisneros.
Hay otras zonas de la ciudad, fuera del área urbana, como el sector alto de Rumipamba, el Pasochoa y ciertas quebradas, donde se han encontrado hasta 15 diferentes especies de colibríes que se las podría ver en la capital si se la reverdece. Contó que para conseguir esto, Sandy Espinoza, miembro del colectivo Aves Quito, está trabajando con el Municipio en el proyecto ‘Jardines silvestres’, el cual pretende promover jardines o áreas verdes comunales con especies nativas, como la salvia -que atrae colibríes y abejas- el guanto, el arrayán, el capulí, el aguacate, el taxo y otras.