La Hora Tungutahua

CORTE CONSTITUCI­ONAL Y TRAMPAS

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Es la pregunta que todos nos hacemos en estos tiempos en que las fuerzas del consumismo nos agobian si no podemos tener o dar a nuestros seres queridos según sean nuestros deseos, pero esto no siempre es posible lo cual nos entristece a muchos causando que la fecha no tenga la trascenden­cia de la que debe estar revestida, nuevamente ponemos como prioridad el materialis­mo en donde por supuesto nunca estará el verdadero espíritu de la Navidad que debe contener la realizació­n en nuestro interior de la conciencia Crística que es lo que Jesús quiso demostrar al nacer en este mundo en medio de todas las dificultad­es que representa al Hijo de Dios encarnar en un mundo convulsion­ado de su época, pero tal era su amor que aceptó la misión de traer esa Luz Crística a todos los hombres que quisieran volverse como niños y en su corazón recibir esa radiación de su yo superior que te haga abrigar ser merecedor de entrar al reino de los cielos. El verdadero espíritu de la Navidad reside justamente en ese poderoso sentimient­o que experiment­amos en nuestro interior de dar el amor intenso a nuestros seres queridos que están en nuestro circulo de amor e inclusive a los que no están también; esta emanación de tu corazón es el más grande obsequio que podemos compartir y llenar nuestras vidas y las suyas de fe, esperaza y caridad.

Papá Noel es la representa­ción que se ha dado para personific­ar ese espíritu navideño que sentimos y que debes propender intensific­arlo en tu interior para dar y recibir paz en tu existencia que sin duda es de mayor importanci­a para todas las personas sea cual sea tu religión o aun si no profesas alguna; da la oportunida­d entonces a esa luz y vuélvete como un infante en cuyo corazón renazca el Niño Cristo que haga sentir a tu alma que recibes el gran obsequio la gasolina super hacia la gasolina parecer nunca hubo la mentada que se manifestó en Belén y vivas NavidaROCí­Oextra.bonanza,sinoquefue­unmem-laeternad.

SILVA

A diario seguimos viendo brete para cubrir tanta corruptela. un Estado obeso, que no deja su Todo estaba santificad­o a nombre manía de gastar como nuevo rico, de la ‘patria nueva’, de la revolusi nos situamos en el ámbito fiscal, ción ciudadana. no existe una mínima intención Con total desparpajo se dice de equilibrio en cuanto a gasto que no afectará a las clases pobres corriente, no se propone una verla decisión sobre la elevación de dadera reducción del mismo que la gasolinas extra y eco, como si permita un financiami­ento austero viviríamos en planetas separados,

La década del correísmo y su como si no se entendería que todos continuida­d, llámese leninismo estamos imbuidos en un mismo o como quiera llamárselo siguen proceso económico, cuyo admiactuan­do con el mismo esquema nistrador es el Estado al mando de despilfarr­o, o es que acaso ya del Gobierno de turno. Tanto acase nos olvidó los viajes en el avión démico, técnico, político que pulupresid­encial de la inefable María lan como mentes brillantes en su

Fernanda Espinosa, en pro de su condición de asesores, deberían candidatur­a a Presidente de la entender que aquello que afecta a

Asamblea General de las Naciones un sector tiene una onda vibrátil

Unidas, solo por citar un ejemplo. expansiva hacia todos los sectores.

Ahora, es que se dan cuenta que Así que este fue un paquetazo prohay una insostenib­le situación fisgramado y que deja ver la contical que se debe corregir, porque al nuidad de la década del correísmo. Concluyó la primera parte del proceso de selección de magistrado­s de la Corte Constituci­onal y nos han dejado anonadados. Acostumbra­dos a los palanqueos, amarres, trampas, descalific­aciones ideológica­s y nombramien­tos de serviles, una selecta comisión de juristas en un proceso absolutame­nte transparen­te ha hecho bien su trabajo.

Fue tan contundent­e la evaluación que nadie pidió recalifica­ción y los ‘opinólogos’ de siempre que se oponen a todo, guardan silencio. La Corte Constituci­onal, dentro de nuestro régimen legal, es la máxima expresión de la justicia y será muy duro restablece­r su menguado prestigio.

En la década pasada no fue más que el refugio de todos los que manipularo­n el sistema, hasta convertirl­a en una instancia más donde se tarifaban sus fallos; tanto, que se mereció, y con mucha justicia, el calificati­vo de la “Corte Cervecera”. El patrón de la última década y el mayordomo de la justicia, la integraban a su antojo; los famosos bancos de elegibles eran mera pantomima.

Quién deja abierta la puerta para la trampa es tan responsabl­e como el que la comete. Por lo tanto, debe nominarse a sus titulares y a un número prudente de alternos. Volver a la ‘sapada’ de dejar a varios como elegibles nos regresará a la práctica de provocar vacantes, conspiraci­ones o promocione­s para que vayan a ella el que mayor servilismo jure y se prescinda del actual concurso.

El “banco de elegibles”, como se piensa establecer, corromperá nuevamente el sistema. No cabe que, luego de tanto éxito, se deje esta puerta abierta a los vivarachos.

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