¿Por qué se insiste en la reelección?
Si partimos de la premisa: “nadie es indispensable en una función, sea esta en la empresa privada o pública”, se colige que –siempre- habrá otra persona que pueda suplir o continuar su desempeño, en igual o mejor forma. El trabajo de las autoridades de turno en el fortalecimiento de la institucional id ad, favorecería este propósito.
No obstante, observamos -en el ámbito local y nacionalla obstinada presencia de ciudadanos descalificados que -según ellos, hacen po-lítica-buscando ser elegidos o reelegidos mediante voto popular, con el único afán de ocupar alguna posición en la administración pública, para usufructuar del poder y de todas sus prebendas. Haciendo uso de una desfachatada demagogia para engatusar adeptos, ofrecen obras que las saben necesarias, pero que no cuentan con financiamiento, por lo tanto, irrealizables; cargos, contratos y qué se yo, a cambio de votos que lo llevarían al triunfo… pero al triunfo de sus intereses personales, instituyendo así, la farsa y el retraso de los pueblos.
En lo referente a Loja, si un ciudadano –el que fuere- que haya sido electo para alguna dignidad pública y que, durante el transcurso de su gestión, por causas que se fundamenten en la ley, fue revocado de sus funciones por decisión de una mayoría, está recibiendo un claro mensaje de rechazo y desconfianza, razones más que suficientes para que desista de participar en futuras contiendas políticas. Insistir en ello, evidencia intereses alejados del servicio a la comunidad.
Atenta contra la democracia seguir alimentando la idea de la existencia de seres iluminados, sin los cuales, las instituciones se paralizan. Quien así lo crea, demuestra colonialismo mental.