A bordo del supersónico
Solíamos jugar en la calle e imitar a nuestros superhéroes predilectos mientras correteábamos con nuestros amigos en busca de la diversión en tiempo de vacaciones y cuando apenas terminábamos nuestras tareas. Lo teníamos todo, aunque, al llegar a casa nuestra madre nos reprendía por llevar la ropa sucia, o los zapatos casi rotos, pero en realidad, todo esto fue parte de una niñez perfecta para todos quienes fuimos parte de la época preglobalizada. Pasó el tiempo y todo empezaba a cambiar a la velocidad del sonido, las grandes tecnologías se creaban en los países desarrollados y de a poco se distribuían a cada uno de los rincones del mundo, siendo la moda una de las principales intermediarias para la aceptación de todo esto, teléfonos inteligentes, la vestimenta en varias formas, la vida de las personas cada vez era más fácil, sin dudar fue un cambio necesario pero que en cierta parte y mal utilizado afectaría a las futuras generaciones. Los niños dejaron de salir, todos querían quedarse encerrados porque los videojuegos eran demasiado buenos, los teléfonos celulares disminuían la creatividad, estar detrás de una pantalla sería lo nuevo a partir de ahora, pero esto fue beneficioso para quienes lo necesitaban, todas la empresas empezaron a mejorar su tecnología, en casa había una computadora enlazada a internet, los programas resolvían todo en cuestión de segundos, la facilidad para comunicarnos con nuestros familiares de un extremo del mundo a otro, era increíble, pero, todo tenía sus ventajas y desventajas. Actualmente solo queda decir hagamos buen uso de los cambios, y a pesar que pase el tiempo, conservemos esa alegría infinita de cuando fuimos niños, esos momentos inolvidables cuando a todo le dábamos un toque de felicidad, recordemos que para muchos esos tiempos no fueron fáciles, pero aun así sonreíamos.
Byron Ariel Silva Armijos