Heroicas acciones en la guerra del Cenepa
Poder leer actualmente noticias de aproximadamente dos siglos atrás es revelador, porque así se conoce información no hallada en textos de historia, permitiendo reafirmar lo escrito por el historiador o reinterpretarla. Frecuentemente encuentro novedades.
INDEPENDENCIA DE GUAYAQUIL-THE TIMES, 2 DE FEBRERO DE 1821.
Con el título Guayaquil Libre, el diario inglés publica una comunicación del 12 de octubre de 1820 firmada por Gregorio Escobedo, jefe militar de Guayaquil, anunciando la Independencia de la ciudad, tres días después de ocurrida: ”Tengo la satisfacción de comunicarle a usted un evento de la más grande felicidad a la causa de este país. En la noche del 9 las tropas, conjuntamente con los habitantes izaron la bandera de la Independencia con el más grande entusiasmo”. En la comunicación expresa que debe interesarle conocer la noticia a quien va dirigida porque influirá favorablemente en las operaciones militares y él, como comandante de las fuerzas de Guayaquil no escatimará ningún esfuerzo para ayudar a liberar al resto de la Audiencia de Quito. Se desconoce a quién es dirigido el escrito, pero el periódico reproduce la noticia de un boletín del Gobierno de Cundinamarca. Escobedo había llegado a Guayaquil en 1819 desde Lima, formando parte de las fuerzas reales. Es de suponer que la comunicación estaba dirigida a Bolívar. Esta comunicación llama la atención. ¿Por qué Olmedo no la firmó como lo hizo con la carta a San Martín para darle la noticia, enviada con Letamendi y Villamil? Si la comunicación fue a Bolívar o a Santander, ¿qué contactos había tenido con ellos, si apenas tenía un año de vivir en Guayaquil? Si la comunicación fue a San Martín, ¿este último la remitió a Bolívar y a Santander? No tengo respuestas al momento. Días después, Olmedo destituyó a Escobedo y por corrupción lo devolvió a Lima.
ENTRE 1821 Y 1829 GUAYAQUIL FUE VÍCTIMA DEL MILITARISMO COLOMBIANO, LA POBLACIÓN VIVIÓ DE ZOZOBRA EN ZOZOBRA, LA ECONOMÍA FUE DURAMENTE GOLPEADA, PERO LA CIUDAD LOGRÓ SOBREVIVIR.
CONVENIO ENTRE SUCRE Y GOBIERNO PROVISORIO- THE TIMES, 18 DE DICIEMBRE DE 1821
Hay una noticia relacionada con un acuerdo del 15 de mayo de 1821, de siete puntos, firmado entre Sucre, a nombre de Bolívar, y Olmedo, representando al Gobierno Provisorio (GP). Este documento no se encuentra en la bibliografía que he revisado sobre el período previo a la anexión de Guayaquil a Colombia. Por su importancia será analizado en ediciones posteriores.
CESIÓN DE LAS FRAGATAS VENGANZA Y PRUEBA Y DE LA CORBETA ALEJANDRO, A FAVOR DE PERÚ-THE TIMES,3 DE JULIO DE 1822
Se reproduce el convenio firmado por el GP y el comandante de las fuerzas reales del Pacífico, cediendo a Perú las últimas naves españolas en la costa oeste sudamericana: Venganza, Prueba y Alejandro. Estas habían bloqueado el golfo de Guayaquil, un año atrás. Por diferencias entre Cochrane y San Martín, el primero zarpó de Lima a Valparaíso, sin embargo, antes decidió perseguir a Prueba y Venganza, pero La Mar, que se encontraba en Guayaquil, se adelantó y logró convencer a los capitanes de Prueba y Venganza, de rendirse en lugar de enfrentar a Cochrane. El convenio se firmó el 15 de febrero de 1822 entre Olmedo, el general Francisco Salazar, representante de San Martín en Guayaquil, y José Vanegas, comandante de las fuerzas españolas. Constaba de 10 artículos que hacían referencia a entregar las naves al GP en Guayaquil, con todo lo que tenían. Perú se comprometía a pagar 12.000 pesos inmediatamente, a toda la tripulación, por dineros adeudados y el saldo de la cuenta en 30 días, después de Prueba haber llegado a Callao. Perú reconocía adeudar 100.000 a España y los pagaría cuando se lograra la total independencia. Los oficiales quedaban en libertad de permanecer en Perú, si querían. Los gastos incurridos por Guayaquil serían pagados por Perú; Olmedo los estimó en 40.000 pesos. En Perú se consideró nulo el convenio. La fragata Prueba, rebautizada
Protector, pasó a la marina peruana, con su primer comandante, el almirante Blanco Encalada. La corbeta Alejandro permaneció en el puerto como garantía. El 17 de julio hubo en Guayaquil intento de contrarrevolución, dirigido por el realista Ramón Ollague, quien se apoderó de la corbeta Alejandro y zarpó para Panamá, donde entregó la nave a las autoridades españolas. Los pocos militares que tenía el puerto lograron contener el golpe.
GUERRA POR POSESIÓN DE GUAYAQUIL-THE TIMES, 20 DE NOVIEMBRE DE 1827
Narra los acontecimientos de la guerra entre Bolívar y Perú. Gran parte de los guayaquileños no habían quedado satisfechos con la anexión a Colombia en julio de 1822; consideraban que el centralismo no beneficiaba a la provincia. El malestar hizo crisis en abril de 1827 cuando los hermanos Juan y Antonio Elizalde, y José La Mar se rebelaron contra Bolívar y proclamaron una secesión de facto de la provincia. El Gobierno peruano apoyaba la secesión pensando que luego Guayaquil se anexaría a Perú. Bolívar envió a varios de sus generales, incluyendo a Juan José Flores, a quien ordenó tomarse el puerto. Durante el tiempo que duró el conflicto, Guayaquil se paralizó por estar bloqueado el golfo. La mayoría de las familias dejaron la ciudad en busca de protección. Los negocios quedaron semiactivos, incluyendo el comercio internacional. El Perú declaró embargo al tráfico marítimo; en Callao, a dos barcos estadounidenses que tenían planeado ingresar a Guayaquil, el Gobierno les exigió 10.000 pesos a cada uno como fianza para que paren 10 días en Paita, antes de seguir viaje. En este puerto, uno de los capitanes fue detenido por cuatro días. El cónsul estadounidense protestó por los atropellos, logró la libertad del capitán y la devolución de las fianzas. En julio Flores se enfrentó con La Mar en Daule, donde este último fue derrotado; luego enfermó y zarpó para Lima. Recuperada su salud fue electo presidente de Perú. Hubo suspensión de hostilidades y Bolívar tomó posesión de Guayaquil. La tranquilidad regresó al puerto pero fue temporal; en septiembre de 1828 la Escuadra peruana bloqueó otra vez el golfo de Guayaquil y el nuevo conflicto duró hasta 1829.
RICARDO WRIGHT ESCRIBE A LOS EDITORES DE THE TIMES EN CONTESTACIÓN A CARTA PUBLICADA POR ESE DIARIO- THE TIMES, 26 DE NOVIEMBRE DE 1845
Se publica una carta de Ricardo Wright en respuesta a otra en la sección Dinero y Mercado, de días atrás; en ella el autor, pretendiendo conocer a Ecuador, pone en duda su solvencia para pagar a los tenedores de la deuda inglesa. Wright fue enviado por Rocafuerte para negociar esa deuda pagando con tierras baldías (Memorias Porteñas #41). En su comunicación Wright afirma que no es verdad que en los últimos ocho años Ecuador esté en la peor situación financiera de su historia y que por su enorme ejército no pueda cancelar obligaciones externas ni internas. Le indica que no es cierto que no existe ninguna clase de manufactura y pone numerosos ejemplos de fábricas; también afirma que es falso que no hay libertad para comerciar con cualquier país, niega que Ecuador esté negociando un tratado con Francia que pondría en desventaja a Inglaterra y considera irreal que colonos franceses se establecerían en Puná para construir un astillero. Para Wright todo lo mencionado por el autor de la carta no tiene fundamento alguno y lo invita a reunirse – ambos- con los tenedores de bonos para acabar con las mentiras y desprestigio al país. Concluye su comunicación afirmando que Ecuador quiere honrar su deuda y que la propuesta hecha por él en 1838 a nombre de Rocafuerte, debe ser aceptada.
DESCRIPCIÓN DE GUAYAQUIL-PITTSBURG DISPATCH, 27 DE ABRIL DE 1890
La nota dedica gran espacio a describir la ciudad de Guayaquil e incluye dibujos. En el encabezado se lee: Una ciudad ecuatorial, emporio comercial de la república de Ecuador. El dibujo con mayor espacio es el del vendedor de carbón, que lleva una cesta colgada en la espalda, presumiblemente para almacenarlo. Debe haber llamado la atención al periodista. El carbonero fue un personaje que se veía en toda la ciudad hasta los años cincuenta (siglo XX). Recuerdo que por mi casa pasaba diariamente con una carretilla llena de carbón. En aquellos años, solo en el barrio El Centenario vivían personas de una misma condición social. En las demás zonas y centro de la ciudad, no llamaba la aten- ción que una casa de madera se encontrara junto a una villa de cemento.
El artículo comienza con una observación común en la mayoría de los visitantes de Guayaquil que llegaban de noche. Las luces hacían vistosa la ciudad y al día siguiente cuando bajaban de la embarcación, tenían gran desencanto al verla. Al reportero le llama la atención que encima de cada puerta hay una lámpara y que todas las casas están pintadas de blanco; también se refiere a los balcones y las cortinas enrolladas cuando no hay sol; escribe sobre los habitantes, la actividad fluvial y los materiales de construcción de las edificaciones: caña y madera; según él se han hecho para soportar temblores y tener más aireación. Se sorprende de que la mayoría de los negocios sean propiedad de extranjeros o sociedades con extranjeros. Cree que las edificaciones son tan frágiles que si hubiera una fuerte lluvia, no quedaría casa parada. Le llama la atención que en casas tan frágiles, en los interiores se encuentre gran elegancia: pianos, muebles y artículos de hogar europeos. Le preocupa que a pesar de las numerosas revoluciones, no se haya quemado la ciudad por acción del fuego de los revolucionarios. Agrega que los presidentes guayaquileños, cuando están en el puerto viven en una barraca y protegidos por soldados descalzos, duermen cerca de la Aduana para llevar control de los ingresos resultantes de los aranceles al comercio exterior y están cerca del río en caso de tener que huir como resultado de una revolución. Esta observación es sorprendente, no la había leído antes. En los planos de la ciudad no hay referencia a esa barraca. Agrega que hay dos periódicos: Los Andes y Patria; las noticias internacionales están atrasadas hasta con 10 días. Asombra, porque desde la década anterior ya existía la empresa de cable (Memorias Porteñas #18), responsable del envío y recepción de información desde y para otros países.
Tengo la satisfacción de comunicarle a usted un evento de la más grande felicidad a la causa de este país. En la noche del 9 las tropas, conjuntamente con los habitantes izaron la bandera de la Independencia con el más grande entusiasmo”.
GREGORIO ESCOBEDO,
jefe millitar de Guayaquil
Anuncio Independencia de Guayaquil, parte del texto, 1821. Carta Ricardo Wright a Editores The Times, parte del texto,1845. Descripción de Guayaquil, 1890.
Convenio entrega de naves, 1822. Guerra entre Colombia y Perú,1827.