MARUJITA VILLEGAS, linda manabita, candidata a reina de Guayaquil
Eran las nueve de noche del domingo 8 de octubre de 1950. El teatro Olmedo lucía abarrotado en las localidades de luneta y galería, copando los asientos de la sala, los representantes y acompañantes de los diferentes comités barriales, quienes apoyaban irrestrictamente a su digna representante a Reina de Barrios de Guayaquil, concurso impulsado por el diario La Nación. Luego de haberse dado inicio al acto bajo los acordes del himno a la ciudad, poco a poco se fue levantando el telón, apareciendo las candidatas sentadas en sus debidas poltronas, lo que causó un griterío ensordecedor por parte de sus simpatizantes, gentes de las barriadas populares del Puerto. El animador, micrófono en mano, invitó al escenario al señor alcalde, don Rafael Guerrero Valenzuela, quien se encontraba en el palco de honor, para que fuera él quien impusiera la distintiva banda con los colores de octubre a cada madrina barrial participante, exponiendo lo siguiente: “Con el fervoroso deseo de que las fiestas octubrinas lleguen a las verdaderas clases populares, hemos promovido este certamen y de esta manera sean dignamente exaltadas la virtud y simpatía de la mujer”. Después pasaron a la elección de la reina, difícil deliberación a cargo de un distinguido jurado. Para apaciguar los ánimos del público se hizo un intermedio musical a cargo de la orquesta del maestro Julio Oyague, junto a varios números artísticos presentados esa noche. Este trascendental acontecimiento se trasmitía a los hogares guayaquileños a través de la emisora “Ondas del Pacífico”.
Marujita Villegas Espinoza, hermosa chiquilla manabita, era una de las participantes, representando al barrio “Velasco Ibarra” del sur de la ciudad. Siendo nacida ella en Julcuy, tierra cafetalera, perteneciente a la jurisdicción del cantón Jipijapa y traída a educarse a esta ciudad, estaba entre los hijos menores de la vasta familia conformada por don Bartolomé Villegas Polanco y doña Cruz María Espinoza. Bajo la tutela de uno de sus hermanos mayores, Pedro Plutarco Villegas, junto a su abnegada esposa doña Felícita Peña, consintieron que Marujita participara en esta gala por pedido del Sr. Ramón Rodríguez, presidente del comité “Arízaga Luque”, ubicado en la calle Quito, entre San Martín y Argentina, para que la agraciada señorita los representara en el concurso anunciado. Poniendo mano a la obra, doña Felícita cosía en su máquina “Singer” de pedal, el fastuoso vestido que llevaría la novel candidata. Días antes, el representante de la Federación de Barrios, comandante Alfonso Antepara Morán, daba los resultados del tercer y último conteo de votos, realizado y publicado en La Nación, quedando de la siguiente manera: Barrio Atahualpa, Srta. Bolivia Hidalgo: 16.350 votos; Barrio Ayora – Garay, Srta. Estela Valdez: 41.460 votos; Barrio Ciudadela Huancavilca, Srta. Olimpia Litardo: 16.350 votos; Barrio Cuba, Srta. Bella Sierra: 17.00 votos, Barrio Ecuador, Srta. Rosa León: 9.410 votos, Barrio Estadiun Guayaquil, Srta. Luisa Andrade: 34.420 votos; Barrio Febres-Cordero, Srta. Elena de la Torre: 13.650 votos; Barrio Galo Plaza, Srta. Noemí Pérez: 19.410 votos; Barrio La Tola, Srta. Elvia Rosado: 20.700 votos; Barrio Mendoza Avilés, Srta. Gloria Antepara: 31.690 votos; Barrio Puerto Lisa, Srta. Teresa Escalante: 19.420 votos, Barrio Velasco Ibarra, Srta. Maruja Villegas: 46.000 votos. Los ánimos se caldeaban entre las barras que apoyaban a su favorita de entre las tres finalistas, señoritas Luisa Andrade, Gloria Antepara y Maruja Villegas. El jurado calificador dio su veredicto, designando como Reina de Barrios de Guayaquil a la srta. Gloria Antepara Gallardo, de la barriada “Mendoza Avilés”, recibiendo del señor alcalde, cetro, cinta y corona, más un emolumento en efectivo, cerrándose este emotivo acto con la ovación de los presentes. El día 9 de octubre, la elegida reina y su corte de honor participaron en un desfile por las calles céntricas de la ciudad, llamado “Marcha cívica”, haciéndolo a bordo un majestuoso carro alegórico donado por la “Compañía de Cervezas Nacionales” y decorado por el artista Fritz Wenllzel Legarda, carruaje engalanado con flores celeste y blancas, formando la bandera de Guayaquil y portando en la parte frontal la gran estrella de octubre. Aunque Maruja Villegas no ganó el concurso, los moradores la recibieron como verdadera triunfadora, haciéndole un majestuoso baile de gala en la sede del comité barrial, donde incluso estuvo presente la reina, Gloria Antepara, junto a varias madrinas, así como los familiares de la chiquilla: doña América, Víctor, Galo, Urbana, Pedro, Ricardo y Mercedes. Quedando este imborrable recuerdo, hoy que han pasado sesentaicinco años de aquel glamoroso acontecimiento.
AUNQUE LA JOVEN MANABITA NO GANÓ EL CERTAMEN, FUE RECIBIDA Y AGASAJADA COMO REINA AL VOLVER A LA COMUNICAD QUE LA
CANDIDATIZÓ.