Las banderas guayaquileñas: VER MENTIRAS Y CURIOSIDA
Dije en el artículo anterior que al anexarse Quito a Colombia, Olmedo perdió totalmente la esperanza de formar el Estado de Quito y que este argumento es mucho más útil al tratar de deducir por qué motivo cambió las características del pendón octubrino, eliminando dos de sus tres estrellas el 2 de junio de 1822.
En este sentido, Julio Estrada ampliaría el análisis del tema incluyendo en él la creación del escudo y añadiendo el objetivo que Olmedo y la Junta se fijaran al crear ambos símbolos:
“Parecería que simultáneamente con el diseño del escudo con su solitaria estrella, se habría reformado el pabellón. Y que conservándose el diseño básico original, se habrían reemplazado las tres estrellas iniciales con una estrella única. Escudo y modificación del pabellón constituyen una manifestación de que se había tenido que descartar el propósito del Estado de Quito, con sus tres provincias, para aceptar un ideal menos ambicioso: el de la Provincia Libre de Guayaquil. No que se creyese ciegamente en esta posibilidad; más bien ahora que sentían amenazada la soberanía de su provincia, los guayaquileños querían dotarla de todos los atributos que simbolizaban su ambición de Estado Independiente. Y sería el nuevo pabellón el que flamearía en la fragata Venganza, el 17 de marzo del ’22, como consecuencia del convenio con Cochrane que se firmó en esa fecha. (…) El cambio en el pabellón no expresaba integralmente la nueva situación de Guayaquil. Aún contenía las tres bandas azules que correspondían a las tres provincias quiteñas. Cuando ya se conoció el resultado de la Batalla del Pichincha, ya la decisión de incorporar Quito a la fuerza si fuese necesario, tuvo que descartarse definitivamente al “Estado de Quito” y la Junta resolvió aquel mismo día en el que recibió la noticia ( junio 2) efectuar un último cambio:
“Debiendo reformarse de un modo más natural el pabellón que se adoptó provisionalmente, la Junta de Gobierno decreta”: El pabellón de la Provincia Libre de Guayaquil será blanco, y en su primer cuarto superior azul, con una estrella en el centro (…). Por sí solos, el cambio de bandera o el papel sellado con el escudo y lema no tendrían mucho valor. En conjunto ponen en evidencia la desesperada insistencia en defender el ideal de una patria libre, y por sobre esta, la libre determinación de los pueblos, que se veía amenazada por el ‘Libertador’: como si rodeándola de símbolos se la pudiese defender de un Bolívar decidido a agregarla por la fuerza a una Colombia cuyo gigantismo resultó ser su perdición”.
Y como para finalizar con las conjeturas, suposiciones y referencias dadas por nuestros más conspicuos historiadores, veamos qué nos dice sobre el tema el insigne historiador manabita Wilfrido Loor Moreira, en su muy documentada obra La Provincia de Guayaquil en lucha:
“Don Camilo Destruge tiene todo lo dicho sobre la bandera de Octubre como leyenda sin fundamento (Historia de la Revolución de Octubre, pág. 364). A veces en las leyendas se hayan consignadas las mejores glorias de un pueblo; pero no creemos que todo lo referente a la bandera sea leyenda. El relato de Villamil y la proclama del 9 de Octubre testifican que la bandera de Guayaquil ondeó en la ciudad el día de la proclamación de su independencia…”.
La bandera del 2 de junio de 1822.