SPENCER
Un doblete sensacional por el mismo resultado de 2 a 0, permitió en octubre de 1966 al Peñarol de Montevideo consagrarse como el mejor equipo del mundo en ese año, superando al poderoso Real Madrid de España. Entones se reconocía así al Campeón Intercontinental, que resultaba de una serie de encuentros de ida y vuelta entre el ganador de la Copa de Europa (hoy Champions League) y el ganador de la Copa Libertadores de América. Para obtener el título, el campeón uruguayo, que tenía un plantel de gran calidad, tuvo su artífice en nuestro compatriota Alberto Spencer, quien hizo tres de los cuatro goles marcados al equipo español. Por eso el título se festejó por igual en ambos países.
Eran tiempos en los que pocos deportistas ecuatorianos tenían oportunidad de alcanzar celebridad mundial. Los grandes equipos internacionales no daban muchas oportunidades a jugadores que no provinieran de los países llamados “grandes” del fútbol. En América del Sur era común que los cuadros del Pacífico se refuercen con jugadores del Atlántico, pero no se daba el caso inverso. Y en Europa, si bien ya era corriente que actúen sudamericanos, era excepcional que juegue alguno que no fuera de Argentina, Brasil o Uruguay. No llegaban a una docena los que provenían a Chile, Paraguay o Perú, por supuesto ni pensar en un ecuatoriano o colombiano.
Por ello la presencia de Spencer en el Peñarol, entonces uno de los clubes de mayor cartel, hizo que la afición ecuatoriana y en especial la guayaquileña, siguiera como si fuera un equipo nuestro sus campañas. Entonces las comunicaciones no tenían el actual desarrollo y cuando un evento se efectuaba en Europa, las noticias se conocían principalmente en los periódicos, las radios retransmitían a alguna emisora que se escuchara en onda corta, pues el medio no daba para pagar un enlace telefónico. La televisión, que todavía era en blanco y negro, pasaba los videos una o dos semanas más tarde.
1966 fue un año memorable para Peñarol y para Alberto Spencer. Las dos primeras versiones de la Copa Libertadores fueron para el equipo peñarolense en 1960 y 1961, siendo la revelación el delantero compatriota, quien pasó de ser casi un desconocido para el fútbol internacional, al goleador del equipo. Provenía del club Everest de Guayaquil y era oriundo de Ancón, pequeña población de la costa ecuatoriana. Le tocó a Peñarol además jugar la primera Copa Intercontinental, cayendo ante Real Madrid; en la segunda venció al Benfica de Portugal.
Pero vinieron los años triunfales del Santos de Brasil, comandado por el fabuloso Pelé, campeón en el 62 y 63. Apareció en 1964 el Inde- pendiente de Argentina y repitió el título un año más tarde, ganando en la final precisamente al Peñarol. Para algunos la era de triunfos había terminado para el equipo uruguayo. Sin embargo Peñarol ganó la Copa de 1966, derrotando en una dramática final al River Plate argentino, remontando un marcador adverso de 0-2, para vencer 4-2, correspondiendo dos anotaciones a Spencer.
Le tocó nuevamente a Peñarol representar al fútbol sudamericano ante el campeón de Europa, el Real Madrid, precisamente el equipo que los superó en 1960 en la primera Copa Intercontinental. Era la oportunidad del desquite. Se jugaba en partidos de ida y vuelta. El primero se disputó el 12 de octubre en Montevideo, ganando los locales 20, siendo ambas anotaciones de Spencer. Para la revancha el día 26, los madridistas vaticinaban su triunfo y pronostica-
VENCIÓ A REAL MADRID HACE 50 AÑOS. TODO EL PAÍS CELEBRÓ ÉXITO DEL ASTRO COMPATRIOTA
ban un tercer partido de definición que hubiera sido en Roma. Pero con goles de Pedro Rocha (de penal) y Alberto Spencer, volvió a triunfar el equipo peñarolense. Un planteamiento magistral del director técnico Roque Máspoli y una perfecta actuación de sus delanteros con el ecuatoriano Spencer a la cabeza, fueron los factores más importantes para el resultado. La alineación de Peñarol fue la siguiente: Mazurkiewicz; Caetano, Lezcano, González y Varela; Goncálvez y Cortés; Abaddíe, Rocha, Spencer y Joya. Por su parte Real Madrid alineó con: Betancort; Zoco, Sanchis, Calpe, Pirri; Serena y De Felipe; Amancio, Velázquez, grosso y Gento. El árbitro fue el italiano Concetto Lo Bello. La prensa española y europea se rindió ante la evidencia y alabó al equipo vencedor. La jugada del gol de Spencer, que recibiendo pase del peruano Joya, definió con tiro bajo y cruzado, fue considerada como una obra maestra del buen fútbol. Al ecuatoriano lo compararon con Pelé y Eusebio, los delanteros más famosos del mundo en ese tiempo.
La noticia se conoció por lectura de boletines en las radios, ya que por razones obvias de costo, ninguna emisora local tenía cómo enviar locutores a Madrid. Los periódicos dedicaron grandes titulares para destacar que un ecuatoriano era el mejor jugador del campeón mundial Peñarol. Y en la televisión, haciendo un gran esfuerzo, Canal 4, el único canal que había en Guayaquil, trasmitió en blanco y negro la película del partido el martes 8 de noviembre, casi dos semanas después de disputarse. Un anuncio de cuarto de página hizo conocer de esta transmisión y los aficionados al fútbol por fin pudieron disfrutar de este memorable encuentro futbolístico.
1. Peñarol Atrás: Caetano, Mazurkiwicaz, Goncálvez, Taibo (suplente), varela, Lezcano, González. Adelante: Abbadíe, Rocha, Spencer (círculo), Cortés, Joya.