Salinas, base Gamma
Transcurría el año de 1941, la Segunda Guerra Mundial estaba en su apogeo y las agresiones armadas se generalizaban. El 7 de diciembre se produjo el ataque japonés a Pearl Harbor, en las islas Hawai, por lo que Fuerzas Armadas norteamericanas recibieron la orden de ocupar Salinas y Baltra (Galápagos), consideradas zonas estratégicas, en las que se disponía construir bases aeronavales, aunque todavía no habían sido otorgadas por las autoridades ecuatorianas.
Mientras tanto se negociaba con el Gobierno del Ecuador la inmediata concesión de estos sectores en el Ecuador continental y en las Galápagos, pues la ocupación de Salinas y Baltra permitiría proveer puntos claves para iniciar un servicio de patrullas aéreas con hidroaviones navales y con bombarderos militares para actuar en la lucha antisubmarina y proteger el canal de Panamá contra un posible ataque japonés y, por seguridad, prevenir que el enemigo (Japón) pudiera apoderarse de las islas Galápagos, como ya había hecho con las islas Aleutianas, poniendo en peligro las bases navales, aeronavales y militares, así como el canal de Panamá.
El 16 de enero de 1942 las fuerzas norteamericanas desembarcaron en la península de Santa Elena y días después en las islas Galápagos. De acuerdo a un oficio del 10 de marzo del mismo año, Paul F. Foster, comandante de la Reserva Naval de los EE. UU. se dirigió en memorando al contralmirante F. H. Sadler, comandante del Quinceavo Distrito Naval, en el que le decía que según arreglo firmado el 24 de enero, el Gobierno ecuatoriano había dado amplio permiso para construir y operar bases del Ejército y de la Marina norteamericana en territorio del Ecuador.
Chipipe era el área de Salinas a ocupar para construir la base norteamericana, y es de indicar que en dicho sector estaban asentados algunos pobladores. Al respecto informa
DEBIDO AL CAMBIO DE LOS ACONTECIMIENTOS DE LA GUERRA A FAVOR DE LOS ALIADOS, LA BASE DE SALINAS FUE DESMANTELADA EN PARTE, EN JUNIO DE 1944, Y REDISEÑADA PARA SERVIR HASTA EL FIN DEL CONFLICTO.
Paul F. Foster que se había llegado a un arreglo específico, comprendiendo los términos y estipulaciones que incluían el pago de 35.000 dólares para efectuar las expropiaciones de las propiedades privadas que se encontraban en el lugar donde se iba a ubicar la base, lo cual fue firmado en Quito el 20 de febrero de 1942.
Los norteamericanos iniciaron inmediatamente las construcciones necesarias en la base de Salinas. Originalmente fue diseñada para base de buques, pero fue cambiada a base para reaprovisionar los hidroaviones, antes de que la construcción pudiera concluirse. La construcción final fue completada por la unidad 2 de los Destacamentos de Constructores Navales (Seabees), los que sirvieron hasta septiembre de 1942.
La base para hidroaviones navales fue construida al lado de la nueva Base Aérea del Ejército, cerca de un balneario invernal, y en la parte más extendida hacia el mar, en la costa norte, con una lengua de arena a nivel que terminaba en un promontorio. La bahía de Salinas es ideal para hidroaviones por estar protegida, siendo una playa semicircular, resguardada por una línea de rocas, pero el agua poco profunda está movida por una corriente de 10 pies y fuerte oleaje. Los buques debían detenerse aproximadamente a una milla fuera de la playa y transferir los equipos, provisiones y abastecimientos a embarcaciones más pequeñas para poderlos desembarcar.
Junto a la orilla sur de La Puntilla de Santa Elena se construyó la Base Aérea de USAAF. Esta comprendía dos pistas de aterrizaje pavimentadas, una de ellas de 2.440 metros de largo por 30,50 de ancho. Entró a operaciones el 3 de febrero de 1942, día en que cuatro bombarderos B-17 Flying Fortress del 25to. Escuadrón de bombardeo (25th BS) llegaron desde Panamá.
Desde marzo de 1942, dando cumplimiento a cláusulas incluidas en los convenios de cooperación firmados entre Ecuador y EE. UU., así como en el programa de Préstamos y Arriendos, en Salinas se proporcionó instrucción de formación para avia-