NO HUBO PRUEBAS
N. Clemente Ponce, prestigioso profesor universitario y jurisconsulto quiteño, publicó el folleto La argolla; se trataba de una dura crítica a Flores Jijón. Flores le contestó con Nuevo reto a mis calumniadores y Ponce le contrareplicó La argolla y el Nuevo reto. Según Ponce no había ofendido ni acusado a Flores Jijón; su escrito “...no es sino un gran cuadro que, en setenta posiciones, ofrece a la consideración de los que se fingen incrédulos, otros tantos hechos, acerca de cuya verdad se los interroga, a fin de que, si ciertos, deduzcan los contemporáneos […] las consecuencias que natural y necesariamente de tales antecedentres, y, si falsos, los nieguen y se defiendan los interesados en evitarlas”.
Como sucede en estos escándalos, a los cuales los ecuatorianos están acostumbrados, no hubo pruebas y el perjudicado terminó siendo el país. En este caso hubo que esperar otra década para reiniciar y terminar la construcción del ferrocarril Guayaquil-Quito. (F)