GALO ALMEIDA URRUTIA: SUBLEVACIÓN, PRISIÓN Y RECONOCIMIENTO HISTÓRICO
GALO ALMEIDA URRUTIA, EN 1940, CUANDO OSTENTABA EL GRADO DE CAPITÁN DE AVIACIÓN, SE SUBLEVÓ EN DEFENSA DE LA DEMOCRACIA, DE ACUERDO A SUS CONVICCIONES.
Hay acontecimientos que marcan la vida de los personajes, como lo fue aquel que se suscitó por motivos de disputas políticas electorales y que culminó con una sublevación militar liderada por el capitán de aviación Galo Almeida Urrutia, quien sufrió por aquello, prisión y persecución. Posteriormente pasó al Ejército y alcanzó la jerarquía de teniente coronel. Sobre su trayectoria me refiero seguidamente.
FORMACIÓN COMO PILOTO
Galo Almeida Urrutia fue un ibarreño nacido el 20 de febrero de 1911. Después de su graduación como bachiller ingresó en 1929 al colegio militar Eloy Alfaro, en donde luego de culminar su instrucción obtuvo el grado de subteniente del Ejército.
El 8 de diciembre de 1935 se reabrió la Escuela de Aviación Militar en el campo de aviación Simón Bolívar de Guayaquil. A ella ingresó Galo Almeida, culminando su preparación de piloto con éxito.
RAID GUAYAQUIL-LIMA
En 1937 la Aviación Militar ecuatoriana fue invitada por el Gobierno del Perú a la Primera Conferencia Internacional de Aviación, por lo que la Superioridad Militar dispuso que tres aviones Alfa Romeo RO-37 vuelen hasta Lima piloteados por los capitanes Nicolás López Valdivieso y Jaime Chiriboga Ordóñez, y el teniente Galo Almeida Urrutia. Sobre el capitán López es de indicar que aquél había ingresado a la Escuela Naval de Chile en febrero de 1925, y culminados sus estudios, al retornar al Ecuador por 1934 fue reconocido como alférez de Navío, pero habiéndose especializado como ingeniero naval y piloto de aviación, continúo su carrera en la Aviación Militar.
La Escuadrilla decoló el 14 de septiembre de 1937 pero al poco tiempo comenzó a incendiarse el avión piloteado por el teniente Galo Almeida, quien con destreza regresó a Guayaquil para revisar su nave, y una vez reparado el daño retomó el vuelo hasta Chiclayo.
Al día siguiente los tres aviones se dirigieron a Lima, en donde la Dirección General de Aeronáutica y el Gobierno peruano condecoraron a los pilotos por sus hazañas con la Cruz de la Aviación. El 28 de septiembre retornaron a Guayaquil, en donde los recibieron con honores, y los tres pilotos fueron ascendidos al grado inmediato superior.
SUBLEVACIÓN DE LA AVIACIÓN MILITAR.
El 10 de enero de 1940 se celebraron elecciones presidenciales, sobre la que dice Alfredo Pareja Diezcanseco: “El fraude electoral dio el triunfo a Arroyo del Río. Realmente ganó las elecciones Velasco Ibarra. Protestó Velasco… y, en compañía de un joven político Carlos Guevara Moreno se lanzó a la aventura, y ambos fueron apresados cuando trataban de sublevar a la Aviación Militar del Puerto…”.
El líder militar de la sublevación, capitán de aviación Galo Almeida Urrutia, expresó ante la justicia militar sobre el frustrado levantamiento del 11 de enero en favor de Velasco: “Fue una respuesta porque el gobierno hizo brutales demostraciones de fuerza que dejaron innumerables heridos en Guayaquil. Los oficiales y tropa que estaban bajo mi comando no han hecho otra cosa que censurar el fraude electoral ejecutado”.
El capitán de aviación Galo Almeida fue condenado a dos años de prisión y remitido al panóptico, además se lo dio la baja del servicio. Este distinguido oficial pudo gozar de su libertad al producirse la revolución del 28 de Mayo de 1944, con la que fue derrocado el presidente Carlos Alberto Arroyo del Río. Además fue reintegrado a las Fuerzas Armadas, esta vez al Ejército, donde desempeñó como comandante de varios regimientos.
Así también sirvió dos años en la selva Amazónica. Fue intendente de policía de la ciudad de Guayaquil, y alcanzó el grado de teniente coronel, con el que ocupó el cargo de jefe de la Segunda Zona Militar, con sede en Guayaquil, de 1952 a 1954. Junto con el gobernador del Guayas, sostuvo en el poder al Dr. José María Velasco Ibarra, tras un intento de derrocamiento, logrando que este culmine su periodo presidencial. En 1956 se produjo su retiro, pero siguió sirviendo en otros cargos de la manera más digna, tal como lo hizo en su pasado mediato.
Capitán de aviación militar Galo Almeida Urrutia.
Teniente coronel Galo Almeida, con uniforme del Ejército, al que retornó por 1944.