A LO NATIVO / LIKE A LOCAL
Los nativos de Imbabura se espiritualizan en cascadas y dan ofrendas al árbol del ‘Lechero’; envuelven a sus bebés recién nacidos, los llevan amarrados a sus espaldas; secan sus carnes y granos de maíz al sol; y, por tradición, prefieren no colocar, en sus casas, ventanas con vista al poderoso Imbabura. Hasta sus hijos saben afinar rondadores, limando los carrizos con dedicación, para llegar a la nota correcta y, si bien, lucen arraigados y tradicionales, los adolescentes ‘rapean’, arman bandas de death metal y bailan reggaeton. Las mujeres de una comunidad visten anacos oscuros (Otavalo), otras lucen faldas plisadas (Zuleta) y los bordados de las camisas que cubren sus hombros pueden diferenciarlas, fácilmente, de las mujeres de los pueblos vecinos. Beben chicha de jora; tocar el arpa ya es cosa de los más antiguos; y, los que no hacen artesanías, tejidos, tallados o trabajo en cuero, los comercializan; alquilan trajes de baño en su balneario de termas preferido; y quien quiera reservar su ‘palco’ para presenciar un desfile, lleva sus propias sillas de comedor a la vereda. Todo un mundo. Imbabura natives bathe in waterfalls and give offerings to ‘milking’ trees ( lecheros); wrap their newborn babies, carry them strapped to their backs; sun dry their meats and corn kernels on their patios and avoid placing windows on the side of their house that faces Mount Imbabura. Even children can tune pan-flutes filing each reed individually, and although they may seem deep-rooted and traditional, adolescents ‘rap’, form death metal bands and dance ‘ reggaeton’. In some communities the women wear dark wool skirts (Otavalo), while in others they wear pleated ones (Zuleta) and the embroidery on their blouses can identify which village they come from. They drink chicha; only the old-timers play the harp; and those who don’t weave, carve or cure leather, sell them; they rent swimsuits at their favorite thermal bath complex; and whoever wants to get a good seat at the local parade takes his or her own dining-room chair and reserves a space on the sidewalk.