Making a tradition of it
Hay pocos restaurantes en Quito –pocos en el mundo- que pueden jactarse de tener los mismos clientes cada domingo, por más de 30 años (con algunas ausencias). El evidente poder de convocatoria de La Choza, su servicio y sus atractivos, pueden confirmarse con esta distinción: una pareja que ha disfrutado sus almuerzos dominicales en el restaurante -unas semanas sí, otras, no-, durante décadas. Con su avanzada edad, ya no se sirven tres platos, pero actualmente se pegan la típica empanada, una entrada y un postre, dejando de lado el plato principal. Pero pase lo que pase, están allí cada domingo.