No estar de acuerdo no es homofobia
Quienes
defienden la homosexualidad la consideran una orientación sexual, otros la ubican como trastorno mental-emocional, pero la Biblia (ley suprema para los creyentes) lo atestigua como pecado, según el pastor de la iglesia evangélica Galilea, Rafael Caicedo, quien manifiesta que está al mismo nivel de una estafa, adulterio, etc. “La homofobia siempre ha existido, ha maximizado este pecado (la homosexualidad) que para mí es ‘anormal’, más común y hasta aceptado. No debería tener un lugar en ninguna esfera social la homofobia. Así como el homosexualismo es un pecado, la homofobia también lo es, pues es discriminar a un ser humano también ne- cesitado como cualquier otro”, señala el representante de esta iglesia, quien añade que el hecho de que una persona no esté de acuerdo o disienta con la homosexualidad, no lo convierte en homofóbico. Asimismo hace autocrítica y estima que la Iglesia, así como predica sobre el homosexualismo, también debe hablar sobre la homofobia. “Las puertas de la iglesia están abiertas de par en par para los homosexuales, como para cualquier persona con otro pecado. Ellos al conocer lo que dice la Palabra de Dios pueden tomar la decisión de retirarse o luchar para dejar eso que les impide ser completamente felices”. La prédica de un pastor nunca debe ser con dedicatoria, puntualiza Caicedo, quien considera que la homofobia existe en el corazón del hombre y la única forma de cambiar esto es a través del amor de Dios, así como para cualquier mal que existe en el mundo.