Talismán y poder
El talismán es un objeto al que se le atribuye un poder mágico capaz de dar salud o suerte o beneficiar a quien lo tiene. Los más conocidos y mágicos son:
Buda. La imagen (sobre todo pequeña) del maestro es un potente talismán. Se dice que protege de malos espíritus, atrae felicidad, suerte y dinero. Campana. Aleja los malos espíritus y propicia armonía.
Cruz. Quizás el más usado. Muchos no saben de su fuerza de protección. Da energía, poder y simboliza la unión de todos los planos de la existencia.
Cuernitos. Protegen de la mala suerte provocada por terceros. Mejor llévelos ocultos, colgados del cuello o prendidos en la ropa interior, a la izquierda del cuerpo. Cuerno de buey. Da energía sexual y potencia física. Elefante blanco. Coloque su estatuilla dentro de la casa, de espaldas a la puerta principal, pues protege del mal.
Estrella de David de seis puntas. Colgada detrás de la puerta de entrada de la casa, evita desgracias.
Gato. Este animal favorece la armonía matrimonial y la felicidad. Si es negro, absorbe energías negativas de ciertas personas, y las ‘devuelve’ a su lugar de origen. Su talismán da perseverancia, fuerza de voluntad y tenacidad.
Herradura. Aleja malos espíritus, fantasmas y personas con mala vibra. Detrás de la puerta de entrada, evita el robo. Y si la unta con aceite espanta visitas indeseables.
Pirámide. Por su forma, genera una poderosa energía. Sin importar su material o tamaño da a quien la usa un campo magnético de energía positiva y lo protege. Piedra. Su poder depende de la gema que se utilice. Manita. Otorga protección contra el mal de ojo, rompe influencias negativas y ampara contra todo mal.
Serpiente. Símbolo mágico y poderoso. Su imagen es uno de los más conocidos protectores de la salud. Es una efectiva forma de alejar la enfermedad.
Trébol de cuatro hojas. Planta símbolo de buena suerte que propicia felicidad amorosa y fortuna. Aumenta las posibilidades de ganar dinero en apuestas y juegos de azar. Los ocultistas dicen que los naturales son los más potentes, aunque los que imitan su forma, grabados en metal, piedra u otro elemento, resultan efectivos.