El dinero y el árbol genealógico
“N o gano suficiente”, “Soy comprador emocional”, “Tengo dinero, pero vivo con miedo a perderlo” y “Vivo endeudado” son quejas comunes en cuanto al dinero. “Tuve que sanar mi relación con el dinero. Vivía con juicios y creencias que no me permitían ser feliz. Mi inconsciente me ayudaba a deshacerme de él. Descubrí que estaba programado para casi todo en mi vida y entendí que lo estaba para una mala relación con el dinero”, dice Pérez. El árbol genealógico (transgeneracional) es una de las herramientas de la Bioneuroemoción para diagnosticar los programas repetitivos heredados de los ancestros y uno de ellos es el conflicto con el dinero. “Una de las situaciones que se podría buscar en el árbol es si hubo ruina o pérdida de dinero en la familia. La adaptación puede ser no tener para evitar sufrir”, explica. El español cita a una paciente con necesidad de gastar lo que ganaba. No podía ahorrar y siempre se quedaba sin plata. “Su árbol reflejó que era el doble de su abuela materna, mujer que con trabajo y esfuerzo guardó mucho dinero en su colchón. En un incendio lo perdió todo. La adaptación para su nieta era gastar todo antes de perderlo”. Corrientes orientales y ciertas occidentales unen sexo y dinero, pues sostienen que son la misma energía. “Si hay desequilibrio en el primero lo hay en el segundo. El hombre suele pagar por sexo y la mujer recibe dinero por él. Si eso se da en el árbol genealógico puede haber tendencia a vivir en cierta carencia. Sin darse cuenta consideran sucio al dinero y lo rechazan”, anota. Relata que una mujer con problemas para ganar dinero sentía fuerte repulsión por él. En su historia, sus abuelos maternos, en medio de pobreza, tuvieron 9 hijos, mientras que un hermano de su abuela no podía procrear. Así, el abuelo decidió vender a su hija de seis años (madre del paciente) a su cuñado. La creencia de ella es que el dinero no es compatible con el amor a los hijos y es mejor no tenerlo. Es básico analizar el árbol genealógico. “Trabajo con 4 generaciones: paciente, padres, abuelos y bisabuelos. No más porque lo que está más arriba de ellos seguro ya se manifestó en cualquiera de los anteriores. Se arma el árbol partiendo de nombres, apellidos, fecha de nacimiento y de fallecimiento (día, mes y año). Lo importante es la historia del clan. Si hay problemas económicos debo saber cómo fue la situación de ellos. Por esta razón siempre se parte de lo que afecta. Seguro alguna información será fácil de conseguir y otra no. Si se oculta información habrá una sombra. Eso significa que lo que se oculta se proyectará en algún familiar”, revela el experto.