Relación con los padres
Esta relación es quizá la más importante y la que más se debe cuidar si se quiere tener una vida feliz, próspera y abundante en todos los sentidos. “No me refiero a la relación social, sino a la emocional, la que se tiene con ellos aunque no estén con nosotros porque pueden haber muerto. Mientras lean esta nota piensen en alguien que no se encuentre físicamente con ustedes. Al hacerlo podrán percibir la relación (buena o mala) con esa persona”. Pérez explica que arquetípicamente la madre se encarga de la parte afectiva y de preparar y dar el alimento. “Sentirnos agradecidos con ella e integrar su figura nos dará como fruto una vida abundante y sana autoestima. A las personas a las que no les llega el dinero o no ganan lo suficiente, el problema es con su mamá”. El padre es quien trae el alimento, se encarga de la protección del hogar. “Sentirnos agradecidos con papá e integrar su figura nos dará la prosperidad y reconocimiento profesional. Si el conflicto es con él, el dinero llega pero se va, no dura en las manos y les va igual o peor que a los otros. Si se tiene dificultades para integrar en nosotros a los progenitores, es normal que esto se muestre en sus vidas como un problema de prosperidad o abundancia. Cuando no estamos en paz con ellos, o no nos sentimos conformes con la manera en que nos han querido, criado… o cuando enjuiciamos o esperamos que sean como no son, entonces surge el conflicto. Comprender que ellos, como todos, están programados nos ayuda a entenderlos mejor y su manera de amar. No se puede pedir a alguien que sea lo que no es, que actúe de una forma cuando está programado de otra diferente”.