El corazón americano late en La Capilla del Hombre
LA CAPILLA DEL HOMBRE FUE DECLARADA POR LA UNESCO COMO UN PROYECTO PRIORITARIO CULTURAL.
EL CENTRO cultural La Capilla del Hombre, ubicado en Quito, es un homenaje al ser humano, a sus pueblos, a su identidad. Fue una iniciativa del pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, que falleció sin ver finalizado el proyecto.
Revista SEMANA asistió al museo en un viaje de prensa organizado por Quito Turismo, para conocer el significado de las obras originales más emblemáticas del pintor y su motivación para proponer esta gran construcción.
“Mi pintura es para herir, arañar y golpear en el corazón de la gente. Para mostrar lo que el hombre hace en contra del hombre” es una frase de Guayasamín. Él identifica sus cuadros con los pueblos discriminados, los desposeídos de la tierra, las víctimas de guerras, las mujeres, niños y torturas de toda especie. La Capilla está dedicada a todos los latinoamericanos, para que reflexionemos sobre nuestra historia, sobre lo que fuimos hace seis, siete mil años. Por eso, el autor tomó como base específica tres grandes culturas: la maya quiché, la azteca y la inca.
Antes de su muerte (1999), Guayasamín trazó cinco grandes obras en un espacio monumental, pensadas para el centro cultural. Su construcción inició en 1995 y se inauguró la primera etapa en el 2002. Está dividida en dos plantas. La primera corresponde a la sala contemporánea, y el subsuelo al salón prehispánico. En su entorno se conjugan la arquitectura, los cuadros, murales, esculturas y frases, que impactan a cada visitante.
El museo fue calificado como un Proyecto Prioritario para la Cultura por la Unesco, así como Patrimonio Cultural del Estado Ecuatoriano por el Congreso Nacional.