MATT: “NO ME MOLESTA SER EL CENTRO DE LAS BROMAS”
Pasé demasiado tiempo de mi carrera trabajando frente a un público, en vivo. Y es muy divertido... cuando el humor funciona, claro”.
Justo cuando en Internet (más precisamente en Facebook) explotaba la noticia sobre una supuesta confirmación de NBC para el lanzamiento de una nueva temporada de la serie ‘Friends’ para el 2018, pudimos desmentirlo con Joey... Matt LeBlanc. La noticia era completamente falsa. Y aunque pasaron 13 años desde aquel último episodio, del 6 de mayo del 2004, este año justamente Matt termina otra nueva serie de comedias, ‘Episodes’, donde pudo mostrarse tal cual como es en la realidad, interpretándose a sí mismo.
¿Alguna vez crees que realmente se vayan a reunir con una nueva versión en TV de ‘Friends’?
Nunca, yo no lo creo. ¿Y fuera de cámaras se reúnen?
Para nada, los odio a todos (ríe). Bromeo. Con David (Schwimmer) nos vimos en Inglaterra y con Matthew (Perry) el año pasado. Cada quien está en lo suyo y es difícil reunirnos.
¿Pero comprendes a los fans cuando te recuerdan tanto por tu personaje de Joey en ‘Friends’?
Seguro. No hace mucho estaba filmando algo para el show ‘Top Gear’ en las Montañas Atlas de Marruecos, lejos de la civilización. Y vimos un grupo de personas vestidas con túnicas, gente que vive en cavernas, y me llamaron “Joey” con la típica frase “How you doin?” en un acento muy extraño. Fue increíble. El show está en todo el planeta y sigue presente en la gente.
En realidad él se llama Matthew, tal cual como Matthew Perry (Chandler en ‘Friends’), pero eligió el nombre de Matt con su verdadero apellido LeBlanc para marcar la diferencia. Con raíces italianas como su famoso personaje de Joey en ‘Friends’, su padre, Paul LeBlanc, era mecánico y la madre, Patricia Di Cillo, trabajaba en una oficina, cuando a los 20 años Matt apareció en TV por primera vez con una publicidad del Ketchup Heinz. En 1991 tuvo el personaje de Vinnie Verducci en ‘Married with Children’, hasta que terminó teniendo su propio show, ‘Vinnie and Bobby’, en 1992 (aunque no tuvo el mismo éxito). Pero nada se compara con los doce años en los que interpretó el famosísimo rol de Joey Tribbiani, sumando los diez años en la serie ‘Friends’ y otros dos con su propia serie ‘Joey’. Recibió tres nominaciones al Premio Emmy, el Globo de Oro y el Sindicato de Actores.
Después de algunos años la BBC de Londres y el canal Showtime le ofrecieron protagonizar ‘Episodes’, con la idea de mostrar una versión del verdadero LeBlanc detrás de la historia de un actor que es elegido en una versión norteamericana de una comedia británica con una pareja que es popular internacionalmente, aunque él lo transforma... En Inglaterra se dedicó a la conducción del programa de TV ‘Top Gear’ y desde octubre de 2016 la NBC aprovechó el segmento de ‘Friends’ dividiendo la pantalla con las comedias de Matt (‘Man With a Plan’) y Matthew Perry (‘Extraña pareja’).
A esta altura de tu carrera, ¿te pone nervioso cuando llega el final de un nuevo programa de TV?
No, ya no me pongo nervioso. Ya soy demasiado viejo para eso... Estoy cumpliendo 50 este año.
¿Qué podemos saber del final de ‘Episodes’?
Me entusiasma igual que a todos… porque yo todavía no lo veo. La temporada final tiene siete episodios y creo que es la temporada más fuerte, potente..., hay que verla.
¿Llegaste a dudar sobre la idea de mostrar en televisión una versión tan parecida a tu propia personalidad que a veces no es muy halagadora?
La verdad, él es mucho más entretenido que yo (risas).
¿Hubo algo en particular sobre tu vida que impusiste fuera de los límites?
En el primer almuerzo que tuvimos les pregunté: “¿Qué significa que voy a interpretarme a mí mismo”. Y me dijeron que no iba a ser un documental, que era solo un personaje y si había algo que me iba a poner incómodo, lo dejaban fuera. Como le dije a esta producción, yo no tengo problemas en ser el centro de las bromas siempre y cuando sea una buena broma. Y por suerte el humor siempre resultó muy bueno.
¿El ofrecimiento de ‘Episodes’ con Showtime llegó luego de que tuviste tu propio show con el mismo rol de ‘Joey’ que habías tenido en ‘Friends’?
Solo me preguntaron qué me parecía la idea y yo les dije: “El último que hicimos no fue tan bueno” (risas). Y en un almuerzo me contaron paso a paso la primera temporada. Y pensé que sonaba bastante bueno.
¿La televisión de cable te da mucha más libertad que la TV abierta?
Sí, hay un poco más de libertad. Afortunadamente la gente lo recibió muy bien, aunque sea un show que mi hija no puede ver.
¿Por qué?
El lenguaje, el sexo, cosas así. Mi madre es la que piensa así (risas), yo no lo veo tan mal. Es curioso cómo escribieron cada episodio por adelantado, antes de empezar cada temporada... Las veces que estuvimos durmiendo en el mismo hotel, pude ver a los autores, en un rincón del lobby, leyendo escenas entre ellos.
¿Ese es el secreto del éxito?
Tuvimos suerte, porque el grupo de actores es muy bueno, y todos nos llevamos muy bien. Pero claro, todo empieza con los autores, porque ellos hicieron un buen trabajo desde el primer día hasta el final de la quinta temporada. Es imposible dejar de reír cuando leo sus guiones, entusiasmado por ver la hora de decirlo en cámara o ver también lo que terminan filmando. Tuve muchos momentos así. Fue muy divertido.
¿Y el otro show en TV, ‘Man With A Plan’, en el mismo canal NBC donde estaba ‘Friends’, justo después de Matthew Perry (Chandler) con su versión de ‘Extraña pareja’?
‘Man With a Plan’ es diferente, porque tiene público en vivo. Lo gracioso es que en la primera escena que filmamos con ‘Episodes’ al principio de la temporada, con Sean en el auto diciendo que la bibliotecaria no debería ser lesbiana porque si Rachel fuera lesbiana estarían juntas... nadie se reía y pensé que había olvidado cómo hacer comedia en TV, hasta que me di cuenta de que no teníamos público en vivo (risas).
¿Pero los iluminadores no se reían?
Sí, pero eso es malo, porque la luz tiembla demasiado (vuelve a reír).
¿Podemos comparar ‘Man With a Plan’ con Chandler y Joey en ‘Friends’?
En cierta forma, con ‘Man With a Plan’ sentí que volvía a casa cuando filmamos delante del público en vivo. Bueno, me gustan los dos formatos, pero pasé demasiado tiempo de mi carrera trabajando frente a un público, en vivo. Y es muy divertido... cuando funciona, claro. Porque si cuento un chiste y ninguna de las 300 personas se ríe, seguro que no es para nada gracioso.