APRENDA A MARIDAR CON CHOCOLATE Y VINO
EL CHOCOLATE es quizás el producto más extraordinario de la pastelería. Su sabor es tan marcado que en cualquier preparación que lo contenga, los demás componentes quedan en segundo plano, pues es muy difícil disputarle el protagonismo.
Consumirlo solo es un deleite para los sentidos, sin embargo a través del maridaje es posible lograr múltiples combinaciones. “El ‘maridaje’ en la gastronomía es la combinación natural y armoniosa entre dos elementos (comida-bebida), para mejorar y potenciar sus características, en este caso particular el chocolate negro”, explica Carla Barbotó, presidenta de Pacari Chocolate, producto ecuatoriano que ha ganado 188 premios. Su versatilidad permite un sinfín de fantásticas y exquisitas combinaciones. Desde pizzas con chocolate y fruta, hasta carnes, pescados con coco y salsas de chocolate, o deliciosos postres como un mousse.
La sincronía de una barra de chocolate oscuro con algún tipo de licor, “sea este vino, whisky, cerveza o tequila, ofrece una degustación más profunda”, recalca.
Chocolate negro y buen vino
Para maridar licor y chocolate, enfatiza Carla, lo primero que se debe hacer es seleccionar un chocolate negro de calidad, mínimo al 60 %. No puede pretenderse acompañar un buen vino con un chocolate común, ya que este tipo de productos contienen diversos elementos como leche y azúcares, que pueden opacar los sabores característicos del chocolate. “Por ello, es mejor apostar por chocolates de gran calidad, para conseguir así la mejor de las experiencias”, recalca la empresaria quiteña.
Durante la cata empiece comiendo el chocolate, presionándolo con la lengua contra el paladar. Deje que se funda y luego beba el vino, con lo que provocará una mezcla sedosa, con cuerpo y aromática.
Recuerde, enfatiza Santiago, que el secreto de un buen maridaje está en arriesgarse, atreverse a probar con sabores diferentes hasta encontrar el ideal.