CUÍDESE DE LOS MANIPULADORES EMOCIONALES
EL CHANTAJE EMOCIONAL ES UN RECURSO MUY UTILIZADO. ES PARTE DE LA VIOLENCIA PSICOLÓGICA QUE SOLO BUSCA INTERESES EGOÍSTAS.
LA RELACIÓN de Luis y Ana parecía un filme de Hollywood, de esos en los que se mezcla suspenso y drama. Ellos estuvieron juntos cinco años y al inicio todo iba bien, hasta que ella empezó a condicionar sus afectos, ya sea para premiar o castigar a su pareja. Por ejemplo, un día le dijo que si la dejaba se mataba. Eso mantuvo la relación dos años más, hasta que él no resistió y decidió terminar. Hoy ella acude a terapia para tratar su conducta, que es recurrente con sus parejas.
Así es el chantaje emocional, pasa desapercibido al principio, pero la víctima lo nota cuando es inabordable, indica Lady Rojas, psicóloga clínica, quien agrega que el ‘otro’ puede vivir años chantajeado y aunque llega a ser consciente, al tener este estilo de vida es incapaz de cortar la relación patológica, que ha generado dependencia, y al tratar de alejarse siente que se fragmenta emocionalmente.
El dilema es que los chantajistas ven a la gente como cosas, objetos útiles para sus necesidades y requerimientos, explica su colega Luis Escobar, quien asegura que ellos negocian emociones. “Es como moneda de intercambio: si haces esto te voy a querer más; si no, dejaré de quererte. Secuestro la emoción que el otro desea y no se la doy porque no se lo merece, esa es la dinámica”, expone el experto. Rojas revela que de un juego se puede llegar a tener una fase de intimidación con agresiones físicas, humillaciones, etc., a través de la culpa, miedo, desvalorizando a la víctima, quien asume responsabilidades ajenas.
La víctima
Es alguien emocionalmente frágil. Puede pasarle a cualquiera, pues en algún momento somos vulnerables, por cuestión de hormonas o ciertas circunstancias, situación que es identificada por el chantajista y ve el momento ideal para aprovecharse o sencillamente lo hace por un gusto egoísta. “No es maldad, es innato, un estilo de vida con conducta patológica para conseguir lo que se desea”, acota Rojas. La víctima siente que pierde su autoestima, voluntad y autonomía. Además se culpa y se deprime, puede gastar cantidades grandes de dinero por el otro, perder bienes e incluso la vida. Son blanco de abuso sexual.
¿Cómo tratarlos?
SI los identifica es mejor alejarse de ellos, pues sus relaciones son tóxicas. También recuerde que sus decisiones no pueden estar ligadas a la voluntad de otro, finaliza Rojas, quien aconseja que si usted se relaciona con un individuo así, que se enoja, llora o condiciona su apego (amistad, trabajo, amor, etc.), lo amenaza, le hace sentir que está faltando a las leyes del trabajo o del hogar, no ceda, sea firme en sus decisiones; y anímelo a buscar ayuda profesional.