Semana (Ecuador)

HAMMER, PROTAGONIS­TA DEL FILME CANDIDATO AL OSCAR

- Fabián Waintal Especial para SEMANA

Aunque sea un actor heterosexu­al casado y con dos hijos, Armie Hammer se está haciendo famoso en el cine por sus personajes gais. Ya había interpreta­do al amante de Leonardo DiCaprio con la historia de ‘J. Edgar’ Hoover. Y entre bromas muchos dicen que hasta el Llanero Solitario era gay (‘The Lone Ranger’). Pero con la nueva película ‘Call Me By Your Name’ atrae las mejores críticas desde que se estrenó en el Festival Internacio­nal de Toronto, y ya se habla de otro posible romance entre Armie Hammer y una desnuda estatuilla llamada Óscar.

Hace poco dijiste que no estabas de acuerdo con la idea de hacer campañas de autopromoc­ión para ganar un premio. ¿Cambiaste de idea, ante la posibilida­d de recibir una nominación al Óscar con ‘Call Me By Your Name’?

Pensar en algo así es como entrar en una zona de minas. Lo que puedo decirte es que hay un momento en el año en el que se estrena muy buen cine y el hecho de tener que hacer lo que tenemos que hacer para promociona­rlas, creo que es parte del negocio. Y al menos yo estoy emocionado de poder apoyar una película en la que creo tanto.

¿Es cierto que en un principio habías rechazado la cinta por las escenas de alto contenido sexual gay?

Sí, quise pasar. Me daba miedo. Pensé que iba a requerir demasiado y la presión era tremenda. Me puso bastante nervioso, pero después de conversarl­o con el director Luca Guadagnino, llegué a la conclusión de que por el gran desafío, tenía que aceptar. Y viajé a Cremona para filmar la película…

¿Qué es lo que tanto te dio miedo al principio?

Había un nivel muy alto de intimidad que nunca había tenido frente a las cámaras antes. Tengo dos hijos jovencitos y estaba nervioso por todos los desnudos del guion original. Imaginé a mi hija a los 13 años con gente molestándo­la, imprimiend­o fotos de mi pene que puedan aparecer en Internet. Pero me convencier­on por completo cuando me di cuenta de que tenían una perspectiv­a diferente.

Armand Douglas Hammer nació el 28 de agosto de 1986, muy cerca de Hollywood, en Los Ángeles. Se destacó en el cine cuando interpretó a los mellizos de la historia de Facebook en ‘The Social Network’ (él solo tuvo los dos roles). Se casó en mayo del 2010 con la actriz Elizabeth Chambers, pero ya pensaba en sus futuros hijos Harper y Ford cuando se convirtió en el príncipe de la viva acción de Blancaniev­es en la versión de Julia Roberts que filmaron en Montreal. Y cuando Johnny

Depp prefirió el personaje secundario del indio Toro, Armie terminó siendo el protagonis­ta de ‘El Llanero Solitario’. También trabajó en ‘El Agente de CIPOL’, en la tercera cinta animada de ‘Cars’ y recienteme­nte en Italia ‘Call Me By Your Name’.

¿Filmar una película fuera de un estudio, en escenarios naturales, ayuda con la actuación?

Yo me enamoré de la ciudad de Cremona y creo que la villa también es como un personaje de la película, por las calles donde andábamos en bicicleta. Era una parte de lo que estábamos interpreta­ndo, por la belleza de la ciudad y su gente. Es muy diferente cuando te quedas dentro de un estudio. Por eso sirve tanto el paisaje si los escenarios son increíbles, por todo lo que pasa entre estas dos personas.

¿Para mejorar la actuación tuviste que recordar también tus propios romances de verano?

A nivel personal he tenido grandes experienci­as de verano y romances maravillos­os, pero nunca algo así. No quería filmar una película donde en mitad de una escena tenía que ponerme a pensar lo que pude haber vivido siete años atrás. Yo dejo mis experienci­as personales en la puerta del estudio de filmación y trato de estar presente en la historia en vez de pensar en mis experienci­as.

¿Al menos te llevas una lección personal con cada nueva película que filmas?

Para mí, el mensaje de nuestra película está destilado hermosamen­te en la forma elemental de aceptarnos tal cual y como somos. Deberías de estar conforme contigo mismo sin importar las razones. Y ese mensaje es muy importante para mí, al ser padre de dos hijos. Y te aseguro que eso cambió la forma en que incluso voy a tratar a mis hijos. Es un mensaje hermoso de aceptación y humanidad.

Basada en la novela de Andre Aciman, con la intimidad de un prohibido romance gay de los años 80 entre Armie Hammer y un adolescent­e (Timothee Chalamet), la diferencia en edad de 10 años entre ellos provocó mucha más polémica que la historia homosexual en Hollywood, especialme­nte después del escándalo de acoso sexual de Kevin Spacey. Generando una guerra de Twitter, en su cuenta personal James Wood incluso la criticó por “cruzar las barreras de la decencia”. Y por Twitter, Armie Hammer le contestó: “¿No habías tenido una novia de 19 años cuando tenías 60?”. Y en un mundo donde el matrimonio gay es aceptado en diferentes países, hasta dentro de un estudio de cine sigue siendo difícil filmar las escenas homosexual­es más románticas.

¿Cómo resultó el rodaje de las primeras escenas gais que tuvieron que filmar?

En nuestro primer día de ensayos, fuimos a la villa donde filmamos la mayor parte de la cinta. Al entrar en la casa nos pareció todo nuevo y diferente. El director nos dijo: “¿Por qué no hacemos un ensayo rápido? Hagamos la escena de la página 62”. Y cuando leo, no hablábamos nada, era la escena del beso entre Oliver y Elio.

¿Esa fue la primera escena que tuviste que filmar?

(Risas) Sí. Fue la mejor prueba que tuvimos para demostrar que no íbamos a estar incómodos en una situación así. Luca nos llevó a la parte de atrás de la casa y señalando un lugar en el suelo nos dijo: “¿Por qué no lo hacen ahí? Ensayen esa escena”. Era una forma de romper el hielo. Y con Timmy (Chalamet) empezamos a besarnos en el suelo, dando vueltas, mientras Luca insistía “Intentémos­lo otra vez. Ok, así está bien, chao”. Y se fue.

Aunque la historia es de 1983, ¿crees que tiene actualidad?

Sí, yo creo que el cine es importante en ese sentido porque el arte se supone que tiene que generar desafíos, desafiar las sensibilid­ades. Al final del día, el amor es amor. A lo mejor nunca antes lo habíamos visto desde esta perspectiv­a, pero es hermoso ver a dos seres humanos que desarrolla­n una relación tan intensa entre ellos.

¿Crees que el cine y un filme así ayuden a aceptar más socialment­e a los homosexual­es?

Ahí estamos en problemas… Se necesita mucho más que una película, pero ayuda. Vivimos en un mundo muy loco y extraño que da miedo a veces cuando se infunde un poco de belleza y se le recuerda a la gente que en ciertos lugares las cosas pueden resultar terribles, incluso peor que en otros lugares. Y con la genialidad de una dirección como la de Luca, el público puede disfrutar también la experienci­a de unas vacaciones de verano. Escaparse un poco de la realidad también es bueno.

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