SILVIA GANA PREMIO A LA INVESTIGACIÓN EN LAS CIENCIAS FÍSICAS
LA DOCENTE LOJANA COMPARTE EL TRIUNFO CON SUS COLEGAS. AGRADECE A SUS PADRES Y A DIOS, SU GRAN FUENTE DE INSPIRACIÓN.
SILVIA GONZÁLEZ ha sido reconocida internacionalmente con un premio que otorga la Fundación Elsevier y la OWSD, Organización Mundial para las Mujeres en la Ciencia en los Países en Desarrollo. Nuestra invitada se dedica a la Química Computacional. En esta disciplina se aplican teorías y fórmulas matemáticas basadas en la Física para estudiar atómica o molecularmente ciertos sistemas como cristales, superficies, fármacos, etc.
¿Qué fin tiene la Química Computacional?
El fin es explicar su comportamiento, por ejemplo la actividad biológica de un fármaco o la actividad que como catalizador puede tener una superficie metálica o de un óxido. Un catalizador favorece que se lleve a cabo una reacción, como la eliminación de contaminantes por ejemplo, de nitrato en el agua o de óxidos de nitrógeno en el aire. Los datos que se obtienen con cálculos de este tipo permiten por ejemplo contribuir con información para el diseño de nuevos materiales que mejoren algunos procesos importantes de síntesis de moléculas, la transformación de sustancias, reacciones de eliminación de contaminantes, etc.
¿Por qué recibió el galardón?
En realidad no lo sé, solo he realizado lo que considero mi trabajo. He aprendido esta profesión trabajando en grupos de investigación excelentes, con tutores y colegas maravillosos: Elizabeth García, Francesc Illas, Carmen Sousa, Rodolfo Gómez Balderas, entre otros... Cuando llegué a la UTPL, el rector de ese entonces, Dr. Luis Miguel Romero, me apoyó y también personas dentro y fuera de la universidad me ayudaron.
¿Trabajar en equipo otorga más posibilidades de triunfar?
Trabajamos con estudiantes de pregrado, que se arriesgaron a desarrollar sus trabajos de fin de titulación conmigo en ciencia básica, y no en ingeniería o en ciencia más aplicada. Ellos son mi triunfo profesional. Entusiasmar a los jóvenes por la investigación ha sido realmente gratificante. En Ecuador hay mucho potencial, creo que con esfuerzo y más apoyo es posible conseguir avan-
Como misionera
Idente descubrí la santidad como ideal, al Padre Celestial como la persona a quien dirigir todos mis esfuerzos y a Jesucristo como el maestro para alcanzar ese ideal”.
La ciencia
busca la verdad, y pienso que la verdad no es una idea, es Dios”.
Me ilusiona contribuir al desarrollo del estudio de materiales en Ecuador... Y trabajo para que se consolide la Química Computacional en el país”.
ces significativos.
A partir de ese trabajo científico por el que obtuvo una premiación, ¿hacia dónde dirige su investigación?
Me ilusiona contribuir al desarrollo del estudio de materiales en Ecuador, trabajar con otros investigadores de la UTPL y de otras universidades ecuatorianas, y continuar entusiasmando a los estudiantes para que realicen este tipo de investigaciones y se consolide la Química Computacional en el país. Siento el respaldo de mi universidad, empezando por nuestro rector, el Dr. José Barbosa.
¿Cuál es su origen?
Soy de Ecatepec, estado de México. Resido en Ecuador, Loja, desde hace 10 años, porque soy misionera Idente y mi misión está ahí.
¿Qué significa ser misionera Idente?
La institución a la que pertenezco es de derecho pontificio y se llama Instituto Id de Cristo Redentor, misioneras y misioneros Identes.
Pertenecer a dicho grupo implica contar con una fuerte vocación...
Descubrí mi vocación mientras estudiaba el doctorado en Química Física en la Universidad de Barcelona. Allí vivía y aunque me sentía agradecida por tener mucho más de lo que podía considerar como mis aspiraciones: una familia que me amaba, una profesión que me gustaba mucho, posibilidades de viajar, conocer a personas de distintas nacionalidades, tener muchos amigos, un novio que me quería, una ‘buena’ relación con Dios, etc.; a pesar de ello, no encontraba el sentido de la vida, porque en mi razonamiento todo esto se iba a terminar un día y entonces qué me iba a quedar...
Conocí a las misioneras Identes y descubrí la santidad en común como ideal, al Padre Celestial como la persona a quien poder dirigir todos mis esfuerzos y a Jesucristo como auténtico maestro e inigualable camino para alcanzar ese ideal. Redescubrí el Evangelio, la oración, la eucaristía... Descubrí que Dios me llamaba no solo a tener una ‘buena’ relación con Él, sino a vivir en comunidad con mis hermanas y hermanos y construir juntos el Reino de los Cielos.
¿Cuál es el objetivo principal en su labor de misionera?
Acompañar a otros a encontrarse con el Padre Celestial, que es la persona que les ama infinita, plena, inigualable, fiel, especialmente. Y en el proceso de acompañar a otros, necesito vivir una relación profunda con Él, de familiaridad, aceptación de su voluntad y docilidad.
No parece una labor fácil. Lamentablemente la humanidad se encuentra muy herida, tenemos miedo de todo, nos defendemos con orgullo, soberbia, envidia, avaricia, indiferencia, etc. Y esos son obstáculos para vivir una vida plena. Mi sueño es el Reino de Dios en esta tierra, en el que todos los hombres reconozcamos a nuestro Padre, que somos hermanos y una gran familia que necesita protegerse mutuamente... Los problemas y las dificultades no desaparecen, pero se acometen con esperanza y entusiasmo.
Al final... entre la ciencia y Dios, como algún día estuvo Teilhard de Chardin, sacerdote francés que si no me equivoco fue excomulgado por sus estudios...
Más bien la Iglesia no recomendó sus libros, pero también hay que recordar que un sacerdote católico propuso la Teoría del Big-Bang mundialmente reconocida. Creo que estamos en una época estupenda, en la que como humanidad hemos descubierto que el conocimiento nos hace mejores, y que necesitamos cultivarlo y acrecentarlo; pero también que el conocimiento conduce a la verdad y por fe muchos, y ojalá fuéramos muchos más, sabemos que la verdad es una persona, o mejor dicho tres personas: es Dios.
¿Qué nos puede contar de su familia y de sus amigos?
Si Dios me hubiera pedido elegir a dos personas para ser mis padres, en todo el mundo, desde que existe humanidad en este planeta, habría elegido a los que tengo. Son excepcionales. Ellos no estudiaron, pero nos educaron con sentido común y mucho cariño, sin teorías excéntricas. Hicieron muchos sacrificios por sus hijos. Son mi ejemplo de superación ante las dificultades, de amar sin buscar motivos, solo porque somos sus hijos. Mi hermano es estupendo, un hombre generoso, transparente, vital, alegre, con una gran capacidad de amar, que cuida muy bien a nuestros padres. Le admiro y quiero muchísimo.
¿Cómo concibe a Dios entre tanta ciencia?
La ciencia busca la verdad, y pienso que la verdad no es una idea, es Dios.
Mis padres son excepcionales. Ellos no estudiaron, pero nos educaron con sentido común y mucho cariño, sin teorías excéntricas”.