Los síntomas
Pero ¿cuándo esta mala costumbre es una alerta roja? El psiquiatra Carlos Jaramillo especifica que si una persona ha dejado de ser sociable, no puede dormir en las noches, y la ansiedad lo mata cuando nota que no tiene saldo, debe buscar ayuda profesional.
La especialista en psiquiatría para adolescentes Claudia Chávez añade que este problema se vuelve peligroso cuando interfiere en las actividades diarias del individuo, poniendo en riesgo su entorno inmediato, el cumplimiento de sus objetivos y la estabilidad de sus relaciones interpersonales, cuando el único medio a través del cual puede expresar sus sentimientos o emociones es el celular y sus aplicaciones.
Chávez afirma, entonces, que se debe acudir a un profesional de salud mental que trabaje con adicciones no tóxicas u otras patologías mentales comórbidas como ansiedad y depresión, además de rasgos de personalidad patológicos que favorecen estas adicciones tecnológicas.
Para Jaramillo, recién se ha empezado a entender el tema, creando grupos de ayuda para personas con adicción a la tecnología, una enfermedad del siglo XXI. “He visto niños y jóvenes en crisis cuando los padres quieren ejercer control, pero a tiempo hay que hacerlo. No se debe dar celulares a menores de 14 años”, recomienda.