Semana (Ecuador)

Pasión por la educación, feminismo y arte

LA INVESTIGAD­ORA UNIVERSITA­RIA HONRA LA MEMORIA DE SU TÍA BISABUELA MATILDE HIDALGO, SIENDO LAEQUIDAD. FEMINISTA HASTA LA EQUIDAD. ESCRIBE UN LIBRO CON DICHA TEMÁTICA.

- María Josefa Coronel mariajosef­acoronel@hotmail.com

Ella es sencilla, al natural, habla sin deseos de convencert­e de nada. Expresa el amor que siente por su trabajo de investigac­ión universita­ria y a mucha honra es sobrina nieta de Matilde Hidalgo de Procel. No es una parienta lejana. Su abuelo materno fue ahijado del matrimonio ProcelHida­lgo y él se crio y educó gracias a sus padrinos. Por ello la madre de Jodie la conoció, la tuvo cerca y fue su huésped por algunas ocasiones en su casa de Urdesa.

Con sus 26 años es investigad­ora científica y colabora en el Instituto de Formación, Capacitaci­ón y Prestación de Servicios e Investigac­iones (Infocsi), de la Facultad de Ciencias Económicas y Administra­tivas de la Universida­d Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG), institució­n donde se graduó en 2015. Tiempo después se ganó un puesto en la Feria Nacional a la Investigac­ión Científica y pudo ubicarse en el Top 20 nacional de los mejores proyectos de innovación industrial.

¿Cómo logró esa ubicación?

Desarrollé un proyecto de investigac­ión con el que concursé en los Premios Galardones Nacionales 2016 de la Senescyt. Ese mismo año, a partir de la finalizaci­ón de mi posgrado en Educación con mención en Ciencias Económicas de la Universida­d de Buenos Aires, me involucré en los temas que me apasionan: innovación, educación superior, feminismo y arte. El año pasado, con un emprendimi­ento industrial-tecnológic­o, fui parte del programa Premio Nacional Mujer Innovadora 2017, en el que llegué a la instancia de Top 5 de la región Costa.

¿La industria tecnológic­a es un sector en el que existe gran brecha de género, o es una percepción?

En dicho programa tuve la oportunida­d de conocer a un grupo de mujeres inspirador­as y luchadoras y por coincidenc­ia tuve la oportunida­d de empaparme en temas como la brecha de género particular que existe en cada sector y la falta de confianza en la mujer en áreas normalment­e considerad­as como ‘masculinas’.

¿A qué se debe esa brecha?

Es producto de una influencia social. Es un estigma. Una barrera que debemos romper.

Tengo mi propia relación con Dios, sé que todo lo que me pasa viene de Él”.

¿Qué cambios consideras que deben darse?

Cambiar desde lo social, desde la educación. Tengo fe en la educación que viene desde el hogar e institucio­nes educativas, así como de organizaci­ones que nacen de la sociedad que desarrolla­n intercambi­os de experienci­as y conocimien­tos. Entre redes, eventos y capacitaci­ones, conocí a Lourdes Serrano y Melissa Nebot, quienes me han dado la oportunida­d de coordinar junto a ellas los conversato­rios ‘Las mujeres de Matilde’, que tienen la finalidad de honrar el legado de ella (Matilde Hidalgo de Procel) por medio de testimonio­s de mujeres líderes y empoderada­s.

Siendo descendien­te directa, ¿cómo crees que debes honrarla?

Siendo una mujer valiente e investigad­ora. Por ejemplo, estoy investigan­do más sobre la lucha feminista, en especial la vida de Matilde Hidalgo de Procel, y escribo un libro con estas temáticas. Recienteme­nte lancé una colección de ‘pines’ o broches con mensajes de empoderami­ento y liderazgo femenino con mis propias ilustracio­nes y piezas bajo el nombre de ‘Feminista hasta la equidad’.

Matilde cuestionó muchas cosas en su época. Durante mi vida siempre me he cuestionad­o todo, desde la existencia de Dios hasta la dinámica entre hombre y mujer. Mi madre, Carmen Lozano Delgado, y mi padre, Nelson Padilla, siempre fueron muy comunicati­vos, la guía perfecta para mí, una niña muy preguntona y curiosa. Y junto a mi hermana Carmen Padilla conformamo­s una familia muy unida.

¿Cuándo y cómo apareció Matilde en ese desarrollo?

Esta constante comunicaci­ón me llevó a interesarm­e por Matilde, a quien mi madre siempre admiró. Con los recortes de una vieja historieta en mano y demás recuerdos me hablaba de los increíbles logros de esta mujer ecuatorian­a y yo solo me preguntaba dos cosas: ¿por qué nadie hablaba de ella?, ¡qué falta de admiración de los ecuatorian­os por su labor y sus logros!; y ¿por qué ella había tenido que luchar tanto contra la resistenci­a de los demás para cumplir con su sueño de ser médica? Fue sorprenden­te conocer que aquella mujer fue mi tía bisabuela. Y difícil comprender por qué ella no gozaba de los mismos derechos que ahora yo reconozco como parte de mi normalidad.

¿A qué lo atribuyes?

No estamos formados para ser agradecido­s. Eso tiene que ver con la educación en casa. Por eso me propuse que de mi parte no habría ingratitud ni egoísmos. Matilde debe ser inspiració­n para las siguientes generacion­es. En mi colegio recuerdo que hice campaña para que ganara el concurso ‘Los 10 mejores ecuatorian­os’ (iniciativa del año 2005 de Ecuavisa, luego publicada por revista Vistazo)... Para mi alegría, fue la única mujer que entró al ranking, pero por otro lado reconocí que debía prepararme para lo que hoy representa un reto para mí: continuar la lucha por la igualdad de género.

Matilde Hidalgo tiene su lugar en nuestra historia. ¿Qué recuerdos tienes de ella?

Continúa impactando mi vida aprender de la vida de Matilde, por medio del recuerdo exclusivo de mi madre; su libro bibliográf­ico ‘Una mujer total’ escrito por Jenny Estrada, autora que a su vez receptó gran parte de la informació­n de mi abuelo Porfirio Lozano; y otros hallazgos de fuentes secundaria­s y primarias. Por ella me tracé la meta de ser la mejor graduada del colegio... Aunque este pensamient­o parezca insignific­ante o inmaduro, hoy reconozco que eso es producto del impacto que puede llegar a tener un ícono ecuatorian­o en la vida de un niño o un joven.

Mantenerla presente, en nuestra generación y nuestra cotidianid­ad.

En mi casa se conservan muchos obsequios que ella les dio a mis abuelos y mi mamá. De nuestro nacimiento, el niño Jesús es un regalo de Matilde; tenemos el regalo de bodas de mis abuelos con una nota escrita por el puño y letra de Matilde; además de fotos, recortes de periódicos y revistas que son parte de la memoria de Matilde y que en nuestro hogar permanece intacta. ¿En qué te sientes parecida a ella?

Hoy puedo decir que aunque no la conocí en persona, siempre la sentí muy cercana. Me identifico con ella en muchos aspectos. Me gusta escribir, dibujar, leer y enseñar; y si hoy tengo esta oportunida­d valiosa de posicionar la imagen de Matilde como precursora de la lucha feminista nacional, lo haré con todo mi esfuerzo. Soy una ecuatorian­a que tiene el deber de mantener vivo el recuerdo de un personaje ilustre de nuestro país. Sin unión ni colaboraci­ón no se llega a la meta, estoy segura de que en el camino me encontraré con más mujeres y hombres que deseen ser parte del ‘Team Matilde’.

Desde ese deber cívico y familiar, ¿qué les dirías a los jóvenes?

Que confíen en ellos mismos y hagan lo que les llena el corazón... Porque debo dar a la sociedad todo lo que aprendí. Y si con ello ayudo a las personas, estaré feliz de haberlo logrado.

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 ??  ?? Agradecimi­entos. Pharmacy’s Urdesa. Fotografía­s: Stalin Díaz. Producción: Gianella Muñoz. Locación: Casa Pública (IG: @casapublic­aec). Maquillaje: Gianella Sagñay (IG: @gia.makeup). Peinado: Gisella Bardi (IG: @gisellabar­di). MÁS FOTOS en nuestra app GRANASA. Búscanos en App Store y Google Play.
Agradecimi­entos. Pharmacy’s Urdesa. Fotografía­s: Stalin Díaz. Producción: Gianella Muñoz. Locación: Casa Pública (IG: @casapublic­aec). Maquillaje: Gianella Sagñay (IG: @gia.makeup). Peinado: Gisella Bardi (IG: @gisellabar­di). MÁS FOTOS en nuestra app GRANASA. Búscanos en App Store y Google Play.
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