Preocupación e incertidumbre
La psicóloga clínica Cecilia Chávez Bowen cree que por ahora no se podría hablar de un sentimiento de temor en las personas, aun cuando nos asedien mensajes, audios y vídeos propagando todo tipo de rumores sobre la actividad de los irregulares en el país, pero admite que hay preocupación por lo que estos hechos signifiquen en un futuro.
El psicólogo David Aguirre habla de una sensación de incertidumbre propiciada por el ambiente de discusión continua sobre cómo afrontar la violencia, evitar más muertes y recuperar la paz. ¿Qué ocurrirá mañana? ¿Habrá un nuevo secuestro? ¿Se logrará el rescate de la pareja retenida? Son preguntas que nos hacemos, pero que no tienen respuesta y abonan al sentimiento común de intranquilidad.
Y es que ante un evento ‘brutal’ como el secuestro y asesinato de compatriotas, se genera una respuesta que afecta de forma notoria a la población, asegura el antropólogo Jaime Costales Peñaherrera, máster en Clínica Social y doctor en Ciencia Política. “Una sensación de fragilidad y de peligro inminente provoca incertidumbre y sentimientos de inseguridad”, dice. A su vez, “la empatía que sentimos hacia las víctimas del terrorismo, sus familiares y colegas, intensifica la sensación de pertenecer a un país que ha sido agredido”, observa.
La experiencia de los ecuatorianos en torno a la violencia por terrorismo y narcotráfico es minúscula, si se compara con otras naciones de Latinoamérica como México, en donde según datos del Instituto de Estudios Estratégicos (IISS, 2017) ocurren más de 20 mil crímenes al año como consecuencia de la guerra contra el narcotráfico y de la violencia en general.
Sin embargo, para Aguirre esta realidad ha hecho que nos “despertemos” y advirtamos que no vivimos precisamente en el “lugar más feliz” del mundo.
Una vez entendido esto, lo que se espera -dice Costales- es que la respuesta frente a la agresión de los irregulares no genere en la población un sentimiento de desamparo que la lleve a ‘bajar los brazos’ y creer que la violencia se convirtió en ‘parte del paisaje’. “El conformismo paraliza la reacción colectiva y las acciones para enfrentar la violencia del narcoterrorismo se pueden ver complicadas y limitadas”.
El también catedrático universitario considera que las últimas marchas a favor de la paz han sido el inicio de una respuesta de ‘conciencia unitaria’ que hay que mantener, cultivar y fortalecer.
En este contexto, ¿cuál debería ser la postura desde la esfera gubernamental hacia una colectividad deseosa de respuestas? Para Costales, se requieren decisiones sabias, prudentes y urgentes que permitan enfrentar este flagelo.
Opina que el gobierno debe tener como emblema la unidad, la idea de “un solo país reaccionando ante la agresión de estos grupos peligrosos”. Desde la colectividad, cree necesario irradiar una serena confianza y entregar un apoyo generoso al gobierno. No obstante, el “presidente y su equipo deben ser recíprocos guiando al Ecuador con grandeza de alma y valentía”, sostiene.