TRATAMIENTOS ESTÉTICOS
Como complemento, el médico guía al paciente hacia tratamientos estéticos no invasivos que contribuyan a acelerar la desinflamación y recuperación quirúrgica. Entre ellos están el masaje de drenaje linfático y el ultrasonido. El primero se recomienda durante la primera semana del posoperatorio y el número de sesiones dependerá de cada necesidad, señala el cirujano Juan Vargas. Las especialistas en estética Elizabeth Martillo y Mariana Mosquera los explican:
1 Masaje de drenaje linfático:
Esta técnica, que se realiza a partir del cuarto o quinto día tras la cirugía, consiste en dar masajes con movimientos suaves en el área intervenida, con el fin de restablecer el correcto funcionamiento del sistema linfático, que se ve afectado luego de una operación. Así, drenan los fluidos estancados hacia las cadenas ganglionares linfáticas sanas, logrando acelerar la cicatrización y disminuir la inflamación. El tratamiento generalmente se aplica después de una liposucción, rinoplastia, elevación o aumento de mamas y estiramiento facial. En el caso de una rinoplastia, por ser una zona donde existió fractura, los masajes no deben aplicarse directamente sobre la nariz porque eso generaría una inflamación, sino enfocarse en el área de las mejillas con movimientos hasta el cuello. Cada sesión dura entre una y tres horas. No deben someterse a esta técnica las personas que sufran de hipertensión o problemas cardiacos.
2 Ultrasonido:
Para potenciar los resultados, se utiliza este procedimiento como complemento del drenaje linfático. Trabaja con ondas sonoras que al alcanzar cierta frecuencia térmica reparan los tejidos intervenidos, permitiendo acelerar el proceso desinflamatorio. El número de sesiones es similar al del drenaje.