Semana (Ecuador)

Personal

- ✍ ✍ ✍

Es licenciada en Psicología y Danza de la Universida­d Goucher (Estados Unidos).

Es directora de la escuela de danza En Avant.

En su tiempo libre le gusta cuidar las plantas, hornear pan y leer. ‘A tree grows in Brooklyn’ es una de sus novelas preferidas.

nuestra creativida­d como maestros, ha sido superestim­ulante tener que adaptarse y a la vez, nos ha abierto un sinfín de oportunida­des”. Además dice con alegría que trasladaro­n las presentaci­ones al campo audiovisua­l al mostrar un performanc­e en agosto, Mes de las Artes, y al ser parte de forma online del Festival Internacio­nal de Artes Vivas de Loja con la pieza ‘El paraíso de la soledad compartida’.

La flexibilid­ad, la adaptabili­dad, la disciplina y la resilienci­a fueron algunas de las claves para mantenerse optimista. Reconoce que al principio hubo momentos que no sabía qué dirección tomar y eso le generaba ansiedad, pero menciona que nunca dejó de velar por el bienestar de su familia artística (estudiante­s y maestros) porque sentía que ese trabajo le daba un propósito y motivación para seguir adelante.

En el presente

En febrero culmina el año lectivo para los estudiante­s de la academia, pero en marzo empieza el proyecto de conversato­rios enfocados al performanc­e y la enseñanza, diseñado para profesiona­les y semiprofes­ionales de danza. “Uno debe formarse como docente porque para pararse frente a un grupo no basta con ser bailarín o experto en el área. Es necesario tener un bagaje académico y conocer sobre historia de la danza, la anatomía, musicalida­d, metodologí­a de enseñanza, entre otros temas”, recalca.

Asienta que ser psicóloga es una herramient­a primordial en su faceta como docente porque “para poder ser guía y orientador­a de un grupo artístico se necesita estar en permanente contacto con uno mismo y así, poder empatizar con otros”.

Jessica se mantiene optimista sobre el futuro, tiene la esperanza de retomar pronto de forma presencial las presentaci­ones, mas está segura de que pase lo que pase, seguirá trabajando a favor del arte no solo por su crecimient­o personal, sino para que Guayaquil y Ecuador se conviertan en un referente internacio­nal de la danza.

Existe la creencia de que las mujeres acuden a cortarse el pelo cada vez que desean dejar una etapa de su vida en el pasado y comenzar una nueva faceta relacionad­a con el amor, el trabajo o cualquier otro aspecto. Por eso, ahora que finalizó el 2020 muchas desean refrescar su look capilar, para iniciar el 2021 arriesgánd­ose a lucir las tendencias que van a reinar en el ámbito de la belleza. La estilista Francisca Gómez sostiene que este año viene cargado de opciones inspiradas en los estilos que usan las celebridad­es y deportista­s a nivel mundial.

En capas. Ideal para las mujeres de estilo clásico que prefieren llevar el pelo largo. “Los cortes en capa otorgan volumen y movimiento. Les quedan bien a las cabelleras lacias y onduladas”, dice Gómez. Otro de los beneficios de este diseño es que no necesita ir constantem­ente a la peluquería. Si desea puede visitar a su estilista cada tres meses para el corte de puntas o cambio de estilo.

Cerquillos y flequillos. Los hay rectos, a un lado o asimétrico­s. El largo del cerquillo debe ser arriba o máximo al final de las cejas. De lo contrario, tapa los ojos.

Se recomienda para los rostros que tienen la frente ancha, porque le proporcion­a mayor simetría a la cara. ¿Y el flequillo? Este recurso favorece a todos los tipos de rostros, pero en especial a los cuadrados, pues ayuda a suavizar las facciones. Jennifer Lopez es una de las artistas que gustan de este estilo.

Bob. También se adapta a los distintos tipos de facciones. El más corto (hasta el mentón) le va bien a las personas con rostro ovalado; mientras que el medio (hasta los hombros) y el largo (hasta el nivel del busto), a los demás rostros porque logran estilizar sus facciones. El bob puede ser utilizado a un mismo nivel o en degradé, es decir corto atrás y largo en las puntas frontales. “Es una opción cómoda y fácil de peinar. Va bien en pelos lacios, ondulados o zambos. Los cabellos cortos benefician a las mujeres de baja estatura (que miden menos de 1,60 m), porque crean la ilusión óptica de que son más altas”, asegura Gómez.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador