Personal
Profesión: Escritora.
Estudios: Diseño Gráfico en el Instituto Metropolitano de Diseño de Quito.
Casada con Javier Laría.
Escribir para niños
A los 24 años, tras una decepción amorosa escribió sin pausas, sintiéndose más vulnerable que nunca e intentando entender un mundo inentendible... Una amiga leyó sus historias y las entregó a uno de los mejores editores del momento, Francisco Delgado, quien, para su sorpresa, recomendó su publicación para lectores de 4 y 5 años. Emocionada, no pudo evitar preguntarse “¿Para niños de 4 y 5 años?”. “La literatura infantil apareció en mi vida, como una revelación, y me atrapó sin darme explicaciones”.
Ese mismo año ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil Darío Guevara Mayorga y ahora entiende que la literatura infantil no tiene edad, “es literatura y punto”.
Su primera novela, ‘Amigo se escribe con H’, recibió el Premio Latinoamericano de Literatura Infantil Norma Fundalectura en Colombia y su obra se internacionalizó con un éxito jamás imaginado. Hasta la fecha, cuenta con más de 25 libros que se distribuyen en toda
Latinoamérica, y más de 40 libros publicados en Ecuador. “Tuve la suerte de que un premio me catapultó a toda América, Estados Unidos y España”.
Merecedora de varios galardones, no obstante piensa que estos son un caramelo para la vanidad, consciente de que su mayor premio es poder escribir para niños y vivir del trabajo que tanto ama.
Perú, su hogar
Radicada desde hace 11 años en Lima, la escritora ecuatoriana lleva una vida retraída en las letras. Sus libros se introdujeron en el catálogo de oferta para colegios en todo Perú, lo que le ha permitido recorrerlo en repetidas ocasiones, y feliz de que su obra se haya quedado a vivir en los corazones de los lectores peruanos.
El éxito ha sido tan importante que sus libros circularán en ediciones digitales y como autolibros en toda la región.
Un ejército a su lado
“Voy por la vida muy bien acompañada. Tengo una familia hermosa; unos padres, hermanas y sobrinos a los que adoro. Tengo un compañero extraordinario, mi esposo Javier, mi mejor amigo desde hace veinte años, mi cómplice y mi apoyo más grande. Tengo un ejército de amigas y amigos que se las ingenian para estar cerca pese a la distancia. Y tengo lectores en todo el mundo, que a diario me escriben y me hacen sentir que esto que hago con tanto amor, tiene sentido”.
Coleccionista de historietas de los 70, la autora es muy celosa de su espacio y del silencio. Dedica al menos cinco horas al día para escribir. El resto del tiempo hace ejercicio, lee, arma rompecabezas y se mantiene en contacto con su familia y amigos que extraña desde Lima.
Para la autora, que cumplió los 50, el camino ha sido largo y lleno de sorpresas y satisfacciones. “Desde muy temprano sentí que escribir era un motor de mi alma, y me dejé llevar. He sido muy afortunada”.
Nuevas metas
Este 2021 la escritora tiene varias metas pero, ante todo, el agradecer por la vida y la salud, es su mantra desde el 1 de enero. Entretanto, trabaja en una novela para adolescentes que debe entregar en unos meses a una editorial en Perú. “Es una historia que abordará temas complejos. No te digo más hasta ver cómo avanza”.