La primera dama al natural
Hace unos días llegaron a la redacción de SEMANA las fotos de los recorridos que hizo en Guayaquil el presidente Lenín Moreno. Y en aquellas tomas (que hábilmente captó mi compañero) también destacaba Rocío González, esposa del mandatario. Como ya es de conocimiento público, las primeras damas no dejan de ser el centro de atención en todo acto. Lo que luzcan no pasa desapercibido; al menos para la prensa. Esta vez González optó por la combinación de bordados étnicos en mascarilla, collar y pulsera. Sin embargo, su melena se llevó el protagonismo. Si bien las canas que tiene son parecidas a las de cualquier mujer de su edad, prefirió no retocarlas y lucirlas con orgullo. Es así que se suma a una tendencia que han impuesto reinas y actrices: cabello gris al natural. En lo personal, creo que un mechón de canas en alguien de 40 o 50 años puede rejuvenecer, siempre y cuando se luzca un buen corte. Pero otra cosa es lucir toda una zona canosa con 60 o 70 años: se logra el efecto contrario. Ojo, insisto en que hay excepciones estilosas, como Carolina de Mónaco. Pero volvamos la mirada al look de González, a quien una manicura y pedicura exprés no le hubiesen venido mal ante el esmalte corrido. Más aún si el calzado no era cerrado. ¿Dónde estarían sus asesoras? En todo caso, aplaudo la lección de naturalidad que dio con su pelo. Y veremos más mujeres así, porque esto ya es tendencia.