EL FISCAL DENUNCIA PRESIONES Y ESPIONAJE
El jefe del ministerio público reveló que su teléfono celular fue intervenido y anulado, además de que “grupos” montan vigilancia a la Fiscalía mediante escuchas con aparatos móviles e incluso con drones. Políticos han querido imponerse.
Las tres últimas acciones de Douglas Meléndez al frente de la Fiscalía General de la República (FGR) han acaparado los titulares noticiosos por semanas: le dio un golpe a la principal organización criminal del país con la Operación Jaque, comenzó a investigar la corrupción durante el gobierno de Mauricio Funes y, hace unas horas, mandó a capturar a su antecesor en el ministerio público, Luis Martínez, por favorecer –de varias formas– al empresario Enrique Rais, a cambio de dádivas.
Antes de eso, envió a prisión al alcalde arenero de Apopa, Elías Hernández, por aliarse con pandilleros, además de cometer actos de corrupción, en una investigación que sigue abierta y dando sorpresas (como el sobreprecio que pagó por la presentación de Los Tigres del Norte).
Por esas y otras acciones, Meléndez asegura que ha sido presionado desde altas esferas del poder.
“Mire, desde un principio yo lo manifesté en los primeros meses que teníamos (al frente de la Fiscalía el) tema de presiones; el asunto de que un dirigente político, un funcionario de alto nivel le llegue a decir al fiscal general prácticamente qué tiene que hacer es una manipulación y una presión, o es un chantaje”, le dijo ayer Meléndez a Moisés Urbina, conductor del programa de entrevistas “Frente a frente” de TCS.
De hecho, aseguró que producto de las investigaciones en torno a Mauricio Funes y Miguel Menéndez (“Mecafé”) y ahora con la captura de Luis Martínez y del empresario Enrique Rais tiene en espera siete audiencias.
“Los voy a recibir muy educadamente a todos, a quien sea, pero de eso a que la institución se vaya a estar prestando a temas políticos, no puede ser”, advirtió.
Pero no solo es presión a la que Meléndez está sometido. También a espionaje e incluso intervención de sus comunicaciones.
Durante la entrevista reveló que su teléfono celular dejó de funcionar. No recibe llamadas ni puede navegar por internet. Es el único de la Fiscalía que ha fallado. “Está el teléfono encendido, pero como que no existe, lo vamos a investigar, pero lo vamos a hacer técnicamente, ¿por qué?, porque esos mensajes no funcionan”, sentenció el fiscal.
Además de eso, denunció que incluso hay drones sobrevolando los edificios de la Fiscalía, en especial donde están sus oficinas. También han detectado vehículos estacionados desde donde operan aparatos de escuchas e intervención telefónica móviles, importados desde Chile.
“Dejen de estar mandando drones a los edificios de la institución donde tengo las oficinas, no se metan, no se comprometan, vamos a actuar; dejen de estar mandando vehículos cerca de la Fiscalía con dispositivos electrónicos para estarnos escuchando, no lo hagan, vamos a actuar; no estén interviniendo nuestros teléfonos, vamos a actuar, recuerden que nosotros tenemos mecanismos serios también de escuchas telefónicas, tenemos orejas electrónicas, señores, vamos a actuar, dejen a la institución que trabaje, que la institución haga lo que tenga que hacer de conformidad a la ley, no permitan eso”, manifestó Meléndez, sin identificar a los grupos que se dedican a realizar ese espionaje.
El fiscal general asegura que la escalada de las presiones y el espionaje mismo se han dado debido a que él no se ha dejado influenciar.
“Hasta este día, su servidor no se ha prestado, pero nosotros estamos en la mira, lo sabemos. Sabemos que hay gente interesada en que la Fiscalía no camine, lo sabemos”, reconoció.
Lo anterior adquiere dimensión cuando Meléndez habla de su antecesor en el cargo: “Mire, lo que ocurre con la administración anterior es que lamentablemente se plegó a intereses particulares de favorecer a estas personas, a este señor Rais”.
Meléndez recordó que la Fiscalía ha seguido adelante. Temas como la corrupción en alcaldías o sus vínculos con las pandillas venían de expedientes que ya estaban, pero que habían sido dejados de lado.
Incluso se refirió también al ataque cibernético en contra de LA PRENSA GRÁFICA. “El caso de los troles tampoco se había tocado, nosotros lo hicimos y procedimos también en ese caso”, aseguró.
Esta investigación también avanzó gracias a la participación de la acusación particular, ya que en la administración anterior no hubo mayor avance.
FINANCIAMIENTO
Douglas Meléndez formó parte de la delegación del Consejo Nacional de Seguridad Pública y Convivencia Ciudadana que recientemente viajó a Washington, Estados Unidos, para mostrar los avances que se han tenido. En ese y otros foros ha repetido lo mismo: que la Fiscalía está corta de recursos. Que no se puede combatir el crimen y cumplir con el mandato constitucional si no hay recursos.
Originalmente, el Gobierno anunció el apoyo para que el ministerio público contratara 100 nuevos fiscales, con fondos del nuevo impuesto a la seguridad.
Sin embargo, Meléndez reveló ayer que el malestar surgió porque en el presupuesto para el próximo año ya no venía la partida para pagar a esos nuevos fiscales (que, reconoció, son insuficientes; calcula que todavía tiene un déficit de 150 fiscales más), ni tampoco los fondos prometidos para mejorar los salarios de los actuales funcionarios.
Ahora tiene esperanzas de que la institución que dirige reciba un refuerzo. Pero será insuficiente. Por eso asegura que ha salido a buscar cooperación internacional. Y dice que la ha encontrado.
Pero si así no alcanza, también tiene en mente otros métodos, incluyendo una “teletón” para recaudar fondos entre ciudadanos.
Lo que no quiere pensar, manifiesta, es que haya un plan específico de ahogar a la Fiscalía a través de recortes de fondos.
No le cabe en la cabeza la idea de que los fiscales, que arriesgan la vida, tengan salarios de $1,200 mientras recepcionistas en despachos del Ejecutivo ganen “$1,500 o hasta $1,700”.
Por ahora, dice que seguirá trabajando para cumplir su juramento ante Lorena Peña, presidenta de la Asamblea Legislativa, de hacer valer la Constitución.
“La Fiscalía va a investigar independientemente de la ideología y del partido político que sea, lo estoy diciendo claro, vamos a investigar a quien sea y lo vamos a demostrar a futuro”, apunta.
Para él, la instrucción es clara para sus subalternos: caminar en línea recta, buscando los hechos y no las personas, sin distraerse viendo a la izquierda o derecha.
Y por eso es que no se ha detenido con un expresidente, el ex fiscal general y su mecenas o un exministro de la Defensa devenido en embajador en Alemania, como el general José Atilio Benítez, a quien investiga por tráfico de armas. “Como dice la canción del carnaval de San Miguel: ni pobre ni rico, ni gordo ni flaco, ni alto ni bajo... es decir, con uniforme o sin uniforme (militar), deben someterse a la ley”, señala.
EXHORTACIÓN “QUIERO MANDARLE UN MENSAJE CLARO A LOS QUE ESTÁN QUERIENDO PRESIONAR O INFLUIR EN LA FISCALÍA: NO LO HAGAN. ELLOS SABEN A QUIÉN ME REFIERO. NO LO HAGAN. YA DEJEN DE HACER NIVELES DE COACCIÓN”, MANIFESTÓ AYER EL FISCAL GENERAL.