Diabetes y carbohidratos: cómo incluirlos en tu dieta
Los carbohidratos son la gasolina de nuestro cuerpo. Sin ellos, nuestro cuerpo sufre.
Sin los carbohidratos, nuestro cuerpo sufre. Pero si los consumimos en cantidades que no necesitamos, el cuerpo también sufre. Esto bien lo sabe quien tiene diabetes, porque los hidratos de carbono se convierten en el cuerpo en glucosa y si esta se acumula en la sangre en cantidades y por mucho tiempo, los órganos comienzan a dañarse.
“Las comidas que contienen carbohidratos son una parte importante de una dieta saludable”, dicen los expertos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard. Y para las personas en general es casi más importante qué tipo de carbohidrato consume (simple o complejo) que la cantidad diaria.
Sin embargo, para las personas con diabetes 1 o 2, la cantidad de carbohidratos que se echan a la boca diariamente sí es muy importante. La glucosa es el alimento de las células de nuestro cuerpo y necesita que la insulina le abra paso a través de las paredes de las células para poder alimentarlas y convertirse en energía.
En el caso de las personas con diabetes, la glucosa –generada a partir de los carbohidratos– tiene dificultades para entrar a las células y alimentarlas. Esto porque o bien la insulina no funciona como debiera (como en la diabetes tipo 2) o porque el páncreas no la produce (como en la diabetes tipo 1).
Entonces, como explica la Asociación Americana de Diabetes en su folleto All About Carbohydrate Counting: “La cantidad de hidratos de carbono que comas va a hacer una gran diferencia en los niveles de azúcar. Si comes más carbohidratos de lo usual en una comida, tu azúcar estará más alta después”.