Comerciante es acusada de planear muerte de su esposo
La FGR tiene dos hipótesis del motivo del homicidio: una infidelidad o que la víctima fue asesinada por su seguro de vida.
La Fiscalía General de la República (FGR) busca comprobar que Elizabeth Mejía de Alfaro planeó el asesinato de su esposo, Víctor Manuel Alfaro Bonilla, quien fue atacado a balazos en una gasolinera ubicada en la calle Concepción y final calle 5 de Noviembre, en San Salvador, el 15 de noviembre de 2014. En el homicidio, según la investigación, también participó Deyvy Alexánder Mejía Pineda, hermano de la imputada. Los fiscales del caso tienen dos hipótesis del motivo del homicidio: la primera señala que el crimen fue planeado por los hermanos porque supuestamente Alfaro le fue infiel a la imputada; la otra es que lo asesinaron para cobrar su seguro de vida.
De acuerdo con las investigaciones, los familiares le pagaron al supuesto pandillero Cristian Alfredo Ayala, también acusado en el proceso, para que, junto con miembros de su estructura, matara a Alfaro.
Ayer, durante el primer día de juicio, la fiscalía presentó a dos testigos ante uno de los jueces que conforman el Tribunal Tercero de Sentencia de San Salvador. Ambos relataron cómo ocurrió el asesinato. El primero de ellos fue un agente de la Policía que inició con la investigación el 20 de febrero de 2015. Ese día llegó a la gasolinera para verificar las cámaras de seguridad. Uno de los abogados le preguntó si en el video observó a los imputados.
“Le pido que me responda con un sí o un no si usted vio que alguno de mis clientes le disparó a Víctor”, dijo el defensor. “No”, contestó el agente. La defensa continuó cuestionando respecto de si le constaba al agente que existía la póliza de seguros y también respondió que no. El investigador, además, relató que contactó a otras personas que presenciaron el asesinato y que ese grupo le informó que la víctima llegó a departir a la gasolinera porque dos personas la llevaron con engaños, ya que tenían conocimiento de que un grupo de pandilleros la iba a matar.
La versión de Gladiador, un testigo con régimen de protección, tampoco evidenció la participación de los tres imputados. Este testigo contó que la noche del homicidio un señor le dijo que los familiares de la persona asesinada eran comerciantes de La Tiendona.
—Usted vio a mis defendidos el día en el que murió el señor Víctor.
—No. Pero a mí me contó el jefe que ellos trabajaban en La Tiendona y que por una supuesta infidelidad lo mataron.
El juez del caso suspendió el juicio para que la fiscalía incorporara más elementos probatorios. El juicio continuará el próximo 3 de febrero.