SIP pide esclarecer asesinato de periodista
La sociedad pidió a Morales que garantice la protección de los comunicadores en el país que gobierna.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) reclamó ayer al Gobierno de Guatemala que agilice las investigaciones para esclarecer el asesinato del periodista Manuel Salvador Villagrán y de los pasos necesarios para garantizar la seguridad de todos los comunicadores. En un comunicado difundido ayer, la SIP, con sede en Miami y de la que forman parte más de 1,300 publicaciones de todo el continente, condenó el asesinato de Villagrán, colaborador de diversos medios de comunicación y encargado del Departamento de Relaciones Públicas de la municipalidad de San Jorge, en el departamento de Zacapa.
Villagrán, de 39 años, murió el pasado 19 de enero a causa de los disparos que recibió cuando se desplazaba en moto por San Jorge.
Hasta este momento no ha habido avances en la investigación.
El presidente del Comité para la Libertad de Prensa e Información, el mexicano Roberto Rock, señaló que la SIP respalda una demanda de organizaciones guatemaltecas al presidente Jimmy Morales para que cumpla con el compromiso que hizo en julio pasado de llevar adelante “un programa de protección de periodistas”, del que todavía no ha mostrado avance.
Además, Rock, director del medio digital La Silla Rota, le recordó al presidente Morales, cuya familia está envuelta en un escándalo de corrupción, que en 2015, cuando era candidato a la presidencia, firmó la Declaración de Chapultepec.
Este documento dice en uno de sus principios que la violencia de cualquier clase contra los periodistas y la impunidad de quien la inflige limitan gravemente la libertad de expresión y de prensa.
Rock calificó como “crítico” el estado de la seguridad de los medios y periodistas en Guatemala, con denuncias de agresiones, intimidaciones, censura y ataques cibernéticos, y subrayó que es “urgente” actuar para cambiarlo. La situación de los comunicadores en Guatemala es similar a la de otros países centroamericanos.
Además de países del istmo, México es otra nación en la que ejercer una labor periodística va amarrado a peligros de integridad física y de censura.